♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
En las entrañas de San Pedro Huamelula, el arte de la panadería cobra vida a manos de María Natalia López García. Con años de experiencia y una pasión palpable por su oficio, nos sumergimos en la historia de esta maestra panadera, cuyo cariño y amor por el pan se reflejan en cada deliciosa creación que sale de su horno de leña.
«Preparo el pan con cariño, con amor», nos comparte María Natalia. «El pan lo amasamos a mano, no ocupamos amasador, y lo cocinamos en el horno de leña para tener buen sazón. Por eso siento que mi pan es más rico»
Originaria de San Pedro Huamelula, esta hábil panadera aprendió su oficio de su suegra, quien provenía de una familia apasionada por la panadería. Siendo la nuera única, María Natalia encontró en este arte una conexión especial con la tradición familiar.
En su panadería, María Natalia se enfoca en la preparación de pan de pasta, conocido como «capricho». Este delicioso manjar se elabora con ingredientes simples pero cuidadosamente seleccionados: azúcar, huevo, harina y levadura fermentada. «Me gusta el sabor y el sazón de mis productos», agrega con una sonrisa.
Con el proceso de amasar a mano y la cocción en el horno de leña, cada pan que sale de las manos de María Natalia es una obra maestra única. Su dedicación se traduce en productos que no solo llenan el estómago, sino que también alimentan el alma.
Desde tortas tradicionales hasta sus famosos «caprichos», cada bocado es una invitación a saborear la autenticidad y la pasión que María Natalia incorpora a cada paso de su proceso de panificación. Huamelula se enorgullece de contar con una maestra panadera que lleva consigo la rica tradición y el inconfundible sazón de Oaxaca en cada creación que comparte con su comunidad.
