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Mezcal Don Valois: Entre magueyes y medallas

 Yolanda Peach | Leche con tuna

En Santa María Ecatepec, un lugar que parece detenido en el tiempo, es donde se forja una leyenda que lleva el nombre de Mezcal Don Valois. Es una historia que se entrelaza con la tierra, con la tradición y con la pasión de una familia que ha hecho del maguey su vida y su arte.

El repunte empieza con Don Valois. Este hombre creó una marca que ha resonado en los rincones más exigentes del mundo, además de ser los fundadores de la Feria del Mezcal e iniciar el ritual de servir el mezcal en chiles de agua, conocido como chiles borrachos, una tradición que se ha convertido en un sello distintivo de su legado.

Su esfuerzo ha dejado una huella en la cultura del mezcal y ha permitido que las nuevas generaciones continúen su camino.

Actualmente está al frente la cuarta generación de mezcaleros, y una quinta generación ya se involucra en el proyecto familiar.

Los representa Mariluz Garnica Rodríguez, una mujer cuya determinación ilumina el futuro del mezcal. A su lado están sus hermanos Eloy y María Asunción, quienes, junto con ella, han abrazado la misión de mantener viva la tradición.

“Como mujer me siento orgullosa de lo que estamos logrando”, comparte Mariluz en una entrevista. “Estos reconocimientos, estas medallas, son el reflejo de nuestro compromiso con la calidad. Nuestro paladar, educado en la cocina, nos ayuda a entender sabores, aromas y texturas, lo que nos permite crear mezcales que son experiencias.”

Mezcal Don Valois es una familia que trabaja con más de 15 variedades de maguey, como el espadín, jabalí, tepeztate, tobalá, mexicano, arroqueño, coyote, chuparrosa, papalomet, pelon verde y diversos ensambles.

A excepción del espadín, todos los mezcales tienen una graduación de 44 grados, un equilibrio perfecto entre fuerza y suavidad.

Además de su producción emblemática, Don Valois ha cosechado 10 estrellas de oro en Hong Kong, Italia, Francia y Yucatán, y ha recibido cuatro medallas en la revista Cava. Estos galardones son testimonios de un legado que ha cruzado fronteras y ha sido reconocido en el escenario internacional.

En su búsqueda de la sustentabilidad, la familia Garnica Rodríguez está trabajando para encontrar nuevas formas de producir de manera responsable, asegurando que el arte del mezcal continúe floreciendo en armonía con la tierra.

También se han convertido en un punto de referencia para otros empresarios del mezcal, ofreciendo servicios que van desde la venta de maguey y mezcal destilado hasta el embazado y la creación de etiquetas, logotipos, registro de marca, e incluso exportación.

Este año, como cada año, están presentes en la Feria Internacional del Mezcal, en el stand 27, ofreciendo una muestra de su arte. Son de las contadas marcas que han estado desde la edicion número uno hasta la fecha, sin faltar a ninguna. “En la feria, no solo tenemos mezcales, sino también coctelería y los famosos chiles borrachos que mi papá hizo conocer hace años,” dice Mariluz.

“Los invitamos a experimentar la esencia de Oaxaca, a probar nuestras creaciones y a sumergirse en la rica tradición que hemos cultivado con tanto esmero.”

El camino de Mezcal Don Valois es una historia de tradición, innovación y orgullo familiar. En cada sorbo, en cada destilación, se siente el latido de la tierra oaxaqueña, un legado que se perpetúa con cada generación y que continúa fascinando a quienes buscan la verdadera esencia del mezcal.

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