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Chocolate en Día de Muertos

 

El Día de Muertos es una celebración donde los vivos invitan a los espíritus de los difuntos que regresen a casa para disfrutar del calor de hogar. El chocolate es una bebida que no puede faltar.

Se trata de un ingrediente valioso. El cacao fue tan importante en la sociedad de nuestros ancestros, que incluso era utilizado como moneda de cambio.

Se tomaba líquido y mezclado con especias. El resultado: una bebida energética, oscura, espesa y con espuma que llamaban “tchocolatl”.

Cuenta la leyenda que el cacao era el árbol más bello del paraíso de los aztecas, que le atribuían múltiples virtudes, calmar el hambre y la sed, proporcionar la sabiduría universal y curar las enfermedades.

En tanto que para los mayas significaba vigor físico y longevidad, lo usaban como medicina siendo recetado por los médicos para relajarse, estimular y reconstruir. La manteca del cacao se utilizaba como pomada para curar heridas.

Los mayas lo valoraban tanto, que la bebida: «chocolha», preparada con semillas de cacao, solo podía ser consumida por nobles y reyes.

Fue Hernán Cortés quien envió el primer cargamento de cacao a España en 1524 luego  de que conoció el chocolate en la mesa de Moctezuma, dónde fue invitado a tomarlo, por ser una de las bebidas predilectas del emperador.

Los nobles mexicanos hacían cocer el cacao con agua y para endulzarlo, le agregaban miel silvestre o jugo dulce de arce, aromatizándolo con un poco de vainilla.

La gente sencilla le agregaba atole de maíz para hacerlo nutritivo.

Para conseguir esta preciada bebida se tostaba el fruto y se molía. A la masa pastosa se le añadía agua, se calentaba la mezcla y se retiraba la manteca de cacao, que posteriormente se batía y se mezclaba con harina de maíz para espesarla.

Visitamos Chilhuacle Rojo, que se ubica en García Vigil 304, en la Plaza Bugambilias, en el Centro Histórico de Oaxaca, México.

Un restaurante que se ha caracterizado por sacar el máximo provecho de cada producto y preparan platillos espectaculares.

El concepto es bistro más alta cocina pobre más cocina tradicional de Totolápam.

Ahí, tienen dos formas de preparar el chocolate; la primera, es tostar el cacao en el comal, después molerlo en el metate con azúcar, canela y ralladura de naranja, lo que da como resultado un sabor exquisito, que preparado en bebida, queda con una consistencia espesa.

La segunda, tostarlo en un sartén para después pasarlo por un molinillo manual, con azúcar y canela, lo que da un chocolate semi amargo, que después es moldeable para preparar las figurillas.

Ambos, métodos tradicionales que resaltan la pureza del cacao y conservan todo su sabor. ¡Delicioso! Como todo lo que preparan en Chilhuacle Rojo.

Esta bebida, tan valorada por nuestros antepasados, sigue siendo la predilecta para agasajar a nuestros seres queridos y es por eso que no puede faltar en una ofrenda típica mexicana este Día de Muertos.

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