♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Grandes y dulces, las calabazas criollas son las idóneas, en el mes de noviembre, para adornar las tradicionales ofrendas de Día de Muertos.
Este fruto que generalmente se da entre septiembre y octubre, es un tesoro en los recetarios mexicanos y uno de los postres predilectos de la temporada.
Preparada con canela y piloncillo, la calabaza en dulce se ha convertido en un elemento esencial en las ofrendas que en este día se montan para honrar a los difuntos.
Al igual que todos los elementos que forman parte de la ofrenda, la calabaza tiene un significado simbólico, pues junto con el maíz, el frijol y el chile, es de gran importancia en la alimentación de nuestro país desde tiempos prehispánicos, hasta la fecha.
Sabemos que cada familia tiene su propia receta y forma de prepararla, hay quien la hornea, quien ocupa olla exprés, quien le agrega guayaba o incluso azúcar. Nosotros preferimos utilizar una olla de barro. Acá va la receta.
Ingredientes
- 1 calabaza pequeña (2 kilos aproximadamente)
- 600 gramos de panela
- 1 naranja cortada en rodajas
- 1 raja de canela
- 2 clavos de olor
- 2 estrellas anís
- 1 cucharada de bicarbonato
- 2 litros de agua
Forma de preparación
- 1 Corta la calabaza en secciones
- 2 Colocar en una olla con la cáscara hacia abajo
- 3 Añadir los trozos de panela asegurándose que tengan contacto con la pulpa de los trozos de calabaza
- 4 Añadir la naranja cortada en rodajas, los clavos de olor, la canela y y el anís
- 5 Agregar el bicarbonato
- 6 Cubrir con agua y llevar a ebullición alrededor de una hora o hasta que la calabaza esté suave y tome un color oscuro
Una receta sencilla, la tradicional de la calabacita en dulce en la familia y un postre que no puede faltar en los altares oaxaqueños para agradar a nuestros difuntos. ¡Que la disfruten!