Uno de los principales atractivos de las fiestas de la Guelaguetza en la ciudad de Oaxaca, sin duda fue la Feria del Mezcal.
Esta icónica bebida de agave, cuyo proceso artesanal de elaboración va desde la siembra del agave hasta su destilación, es parte esencial de la herencia histórica, y un referente obligado de la oferta turística, cultural y productiva de Oaxaca.
Se utilizó como foro el Paseo Juárez El Llano, en el que los asistentes tuvieron la posibilidad de probar los diferentes tipos de mezcal, así como aprender lo referente a su producción, desde las especies de agave, hasta los procesos tradicionales de elaboración. Un andar de sabores y aromas para degustar esta bebida considerada sagrada para nuestros ancestros.
Participaron 74 maestros mezcaleros, 12 productores de cerveza artesanal, 30 agroindustrias y 12 cocinas con antojitos oaxaqueños, aunado a diversos espectáculos.
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Bebida espiritual
El mezcal, como tantas otras bebidas alcohólicas, se volvió parte de las ceremonias y fiestas, además de ser utilizada como remedios o medicina. En la medicina tradicional, el mezcal, como el alcohol de caña, se utiliza para asperjar, sobar y limpiar. Con él se bendicen también las milpas, las construcciones y las cruces.
En el Valle de Oaxaca, se acompaña a los santos difuntos al panteón, el 2 de noviembre y se vierte el último trago encima de los sepulcros, para que las ánimas vayan bien despedidas.
Es parte importante en todas las fiestas: se cuenta entre los regalos cuando hay petición de novia, bautizos, velorios y fiestas patronales.
En el Anáhuac existía una Diosa llamada Mayáhuel ya que del maguey se derivaban muchos productos como telas, mecates, papel y medicinas.
Se trata de una bebida mezcla las culturas. A la llegada de los españoles, que habían aprendido el proceso de la destilación gracias a los árabes que dominaron España por ocho siglos, inmediatamente hicieron la conexión entre los dos conocimientos y nació el mezcal. Con la materia prima de los antiguos mexicanos y con la técnica aportada por los árabes, traída por los españoles.
Sin embargo, su nombre tiene su origen en vocablos de la lengua náhuatl. Algunos sostienen que deriva de “mexcalli” (metl o meztl: maguey e ixcalli: cocer) la traducción sería entonces “maguey cocido”.
Pese a que el mezcal es posterior al pulque, tiene su mito: un rayo, al golpear un agave, fue quien hizo la primera tatema. Es por eso se considera la bebida llegada del cielo.
Batalla ganada
Cabe destacar el esfuerzo de los productores por rescatar esta bebida del estigma en el que vivía. Hace apenas algunos décadas, el mezcal era un producto de una o dos marcas de sospechosa calidad. Actualmente recorre mundo siendo protagonista de las mejores coctelerías y hasta visita restaurantes con estrella
Dejó de ser una bebida para quienes buscaban emborracharse de manera rápida y barata, ahora, es un elixir internacional que ha posicionado a Oaxaca como el primer exportador del país; incluso en restaurantes de prestigio, la cocina de autor contempla el maridaje con el mezcal.
La Feria del Mezcal, innegablemente, fue un escaparate en el que se reunieron todo tipo de productores mezcaleros, así como los que expenden la bebida bajo distintas marcas y quienes la exportan.