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Celebrando la grandeza de la nieve

♦ Yolanda Peach | Leche con tuna

La segunda edición de Lanii Roo Xtenda Gueinach, conocida como la «Fiesta grande de la nieve», ha sido un tributo conmovedor a la herencia cultural de la nieve en Tlacolula de Matamoros.

Organizada por la Organización de Auténticos Neveros Artesanales de Tlacolula de Matamoros, esta feria se ha convertido en un hito que honra la tradición, las técnicas y el legado transmitido por generaciones.

Cada participante en esta celebración ha aportado un pedazo de historia y sabor que ha emocionado a los asistentes, en esta feria programada los días 5, 6 y 7 de abril. Desde los sabores más antiguos como leche quemada, tuna, limón rayado, nuez y sorbete, hasta las innovaciones más sorprendentes.

Con una historia que se remonta a 1941, Rosita deleita a los visitantes. La nevería de la familia Martínez Morales, donde don Filogonio Martínez Martínez y María Elena Morales Morales llevan el arte de la nieve a nuevos horizontes. En esta ocasión, presentaron una variedad fascinante de sabores, desde la horchata, pan de cazuela, siete azares y el ramillete de sabor con pétalo de rosa, bugambilia y siete azares, una explosión de colores que reflejan la diversidad y riqueza de la cultura oaxaqueña.

Rosita, de la familia Bautista Martínez, han deleitado a los visitantes con sabores como la nieve de jamaica con trocitos de guayaba, nuez con manzana, zapote con naranja, yogurt con manzana y nuez, o queso con maracuyá. Al frente de esta icónica nevería se encuentran Francisco Bautista y Ana María Martínez Martínez, quienes han logrado una explosión de frescura.

Participa la Nevería Rosita de la familia López Morales, don doña Rosa Morales al frente, que ha cautivado a los asistentes con su enfoque único en sabores como yerbas aromáticas, poleo, pulque y tepache. Un viaje que invita a los comensales a descubrir la riqueza de la cultura de Tlacolula.

El joven matrimonio detrás de Nevería Lazdua ha sabido combinar las técnicas tradicionales con sabores innovadores. Desde la Espadín tropicoso hasta el suspiro oaxaqueño con chocolate de molienda, cada nieve es un testimonio del amor por la tradición y la creatividad.

Desde 1813, Nevería Normita ha luchado por conservar las técnicas originales para replicar los sabores auténticos de la nieve. Entre sus ofertas está la de sorbete, con la receta conventual del rompope sin el alcohol, así como otros sabores más locales, como la crema de mezcal y el beso oaxaqueño.

Al frente de Nevería Angélica está Angélica Hernández, quien apuesta por los sabores tradicionales como leche quemada, nuez y limón. Cada nieve es un tributo vivo a la séptima generación de una familia comprometida con mantener viva la esencia de la nieve.

La Nevería Aracely, bajo la dirección de Aracely Mercedes Ramírez Flores, es un tesoro de tradición que se remonta a sus abuelos, pioneros en introducir nuevos sabores desde 1965. Creaciones como mezcal, Samborns, Beso de Ángel, Beso Oaxaqueño, queso con zarzamora, pay de limón, pétalos de rosa, mezcal y piña colada deleitaron a los asistentes con una explosión de sabores memorables.

La nevería El Pingüino, un legado, iniciado por don Vicente Ruiz López y ahora continuado por Félix Ruiz Jiménez y Juana Morales, sorprende con una variedad cautivadora, desde el refrescante capuchino hasta la dulzura del melón con crema, frescura del yogurt con frutas y la autenticidad del téjate y la ciruela.

En cuanto a gastronomía, la participación de la maestra Catalina Chávez Lucas es importante por conservar esos platillos que tienen historia en Tlacolula y son parte integral de la identidad culinaria de la región. Desde el mole negro, hasta el chichilo, los moles coloradito y rojo que cuentan historias del lugar.

Entre los mezcaleros está Collar de Perlas, una empresa que en poco tiempo se ha consolidado con su maguey cultivado en este lugar y su profundo respeto por las técnicas ancestrales de destilación. La participación de Collar de Perlas representó la calidad y la autenticidad, además de ediciones especiales como el destilado con oro, una joya que capturó la esencia lujosa y la riqueza de la tradición mezcalera de Tlacolula.

Azares, la otra marca de mezcal artesanal presente, trajo su exquisito mezcal elaborado con diferentes tipos de agave, además de sorprender con una variedad de coctelería. Una oportunidad para descubrir los matices y la complejidad de los sabores locales.

La presencia de artesanos y joyeros que ocupan elementos de la vestimenta tradicional de Tlacolula agrega un valor único a la feria. Sus creaciones son un reflejo de la riqueza cultural y la creatividad que define a esta comunidad.

Lanii Roo Xtenda Gueinach se ha convertido en un homenaje a la identidad, la pasión y la grandeza cultural de Tlacolula de Matamoros, que continúa emocionando a todos aquellos que se sumergen en esta experiencia.

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