Yolanda Peach | Leche con tuna

Grandes y dulces, las calabazas criollas son las idóneas, en el mes de noviembre, para adornar las tradicionales ofrendas de Día de Muertos.

Este fruto que generalmente se da entre septiembre y octubre, es un tesoro en los recetarios mexicanos y uno de los postres predilectos de la temporada.

Preparada con canela y piloncillo, la calabaza en dulce se ha convertido en un elemento esencial en las ofrendas que en este día se montan para honrar a los difuntos.

Al igual que todos los elementos que forman parte de la ofrenda, la calabaza tiene un significado simbólico, pues junto con el maíz, el frijol y el chile, es de gran importancia en la alimentación de nuestro país desde tiempos prehispánicos, hasta la fecha.

Sabemos que cada familia tiene su propia receta y forma de prepararla, hay quien la hornea, quien ocupa olla exprés, quien le agrega guayaba o incluso azúcar. Nosotros preferimos utilizar una olla de barro. Acá va la receta.

Ingredientes

  • 1 calabaza pequeña (2 kilos aproximadamente)
  • 600 gramos de panela
  • 1 naranja cortada en rodajas
  • 1 raja de canela
  • 2 clavos de olor
  • 2 estrellas anís
  • 1 cucharada de bicarbonato
  • 2 litros de agua

Forma de preparación

  • 1 Corta la calabaza en secciones
  • 2 Colocar en una colla con la cáscara hacia abajo
  • 3 Añadir los trozos de panela asegurándose que tengan contacto con la pulpa de los trozos de calabaza
  • 4 Añadir la naranja cortada en rodajas, los clavos de olor, la canela y y el anís
  • 5 Agregar el bicarbonato
  • 6 Cubrir con agua y llevar a ebullición alrededor de una hora o hasta que la calabaza esté suave y tome un color oscuro

Una receta sencilla, la tradicional de la calabacita en dulce en la familia y un postre que no puede faltar en los altares oaxaqueños para agradar a nuestros difuntos. ¡Que la disfruten!