Una verdadera joya gastronómica que ha sobrevivido desde la época prehispánica hasta nuestros días es el pozontle, una bebida espiritual con más de 500 años de antigüedad.
Se trata de una de las bebidas más tradicionales de la Sierra Norte, como Villa Hidalgo Yalalag, Talea de Castro o Zoogocho.
Su exquisito sabor natural a cacao es delicioso. La bebida es nutritiva y refrescante. Es una bebida tradicional que enamora.
Francisca Bautista Domínguez, cocinera tradicional de Villa Hidalgo Yalalag, nos compartió su receta.
Nos explicó que para la elaboración del pozontle primero el cacao lo lava muy bien y lo seca al sol durante tres o cuatro días.
Lo que pretende es lograr tostado suave para que sea fácil la molienda en el metate.
Un día antes de elaborar la bebida, pone a hervir maíz criollo con agua y ceniza. La finalidad es remover la cáscara del maíz con mayor facilidad. Utiliza ceniza de encino.
Espera a que hierva una hora y lo retira del fuego, después lava el maíz con agua y ya limpio, lo vuelve a colocar al fuego con agua pura.
Se espera a que empiece a abrirse como flor, alrededor de cinco horas, después, es molido en el metate.
Una vez molido el cacao agrega un poco de cocolmeca. Solo ocupa el extracto y retira el bagazo. Una vez mezclado forma bolitas pequeñas.
Al servir se pone en la jícara agua de panela, se agrega la bolita de cacao y se bate con un molinillo hasta que quede espumoso, después, se agrega un poco de granillo.
La bebida se ofrece cuando van a pedir a la novia, en las bodas, bautizos, en las siembras, o fiestas patronales, “en las fiestas grandes”.
El pozontle es esa bebida exquisita, transmitida de voz en voz y preservada por las mujeres yalaltecas para deleite nuestras generaciones.