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Utopía Microcervecería, cervezas oaxaqueñas para el paladar mexicano

Dos jóvenes oaxaqueños demuestran, que con determinación, se pueden concretar los sueños; consolidan microcervecería artesanal

Esta es la historia de Viridiana García Ramírez y de Esteban Alonso Mejía, dos jóvenes emprendedores de Oaxaca que curiosamente forjaron su amistad desde la adolescencia.

Viridiana estudió Diseño de Información en la ciudad de Puebla y Esteban, Administración de Empresas en Querétaro.

Como muchos jóvenes mexicanos, al terminar sus estudios universitarios se enfrentaron a la difícil situación del país. Trabajar mucho y un sueldo mal remunerado, una rutina ordinaria sin muchas posibilidades de crecimiento colectivo y personal.

Cansados de lidiar con esta realidad, deciden volver a la ciudad de Oaxaca para realizar sus sueños personales; en el camino toman un curso para preparar cerveza artesanal y esto les cambia el resto de su vida, sus proyectos a largo y mediano plazo.

“El curso fue de lo más básico y rústico, pero suficiente para que surgiera un interés desde nuestros adentros, crear la más reconocida cerveza artesanal de Oaxaca”.

En 2016 comienzan la travesía que al poco tiempo les da resultado; en tan solo un par de meses de haber comenzado sus primeras pruebas concursan con una cerveza que había causado revuelo entre sus allegados, la Black Porter.

Con gran sorpresa, en el festival Winter Beer Fest obtuvieron el oro. El evento se realizó en Chihuahua en enero del 2017 y en mismo año, en noviembre, se presentan en la feria Cerveza México, en la que consiguen la plata.
La Black Porter es una cerveza de temporada que podemos encontrarla durante el invierno.

Los reconocimientos fueron el parteaguas para mejorar los procesos y así concretar los cimientos de la cervecería, misma que hoy en día ofrece tres cervezas: Trigo y miel, Pura frescura, y Mala.

Cervezas elaboradas para el paladar mexicano. Trigo y miel se caracteriza por tener notas sutiles y frescas con sabor a miel; Pura frescura resaltan más los lúpulos, que dicho sea de paso son australianos, donde además se perciben aromas frutales, sobre todo tropicales, como mango y maracuyá; por último, Mala, una cerveza obscura con 5 por ciento de alcohol, es una bebida cuyas notas perceptibles nos recuerdan más al café, al chocolate oscuro y al caramelo.

Estas cervezas se encuentran en distintos puntos de la ciudad, como La Mezcalerita, Berlina, La Costumbre, Praga, Gusa o Il Jaguaro. El precio comercial varía entre 80 a 120 pesos, aunque también se puede conseguir a precio de fábrica.

Al entrevistar a Viridiana detalló que el proceso de elaboración de una cerveza, desde la preparación hasta el embotellado tarda aproximadamente un mes, “son muchos procesos para tener un resultado de alta calidad, muchos creen que se puede hacer una cerveza de un día para otro, pero es mucho más complicado.

Así mismo, comenta que en Oaxaca es complicado conseguir los materiales e insumos para realizar una cerveza artesanal, pues consumen productos que llegan de Alemania y Bélgica, así como de otros países y otras ciudades de México, “las cosas en general nos salen más caras por lo mismo, se tienen que planificar muy bien los pedidos para reducir los costos de envío”.

La empresaria confiesa que ha sido difícil desenvolverse en Oaxaca con los productores de cervezas artesanales, “en un principio cuando nos acercamos a ciertas personas el resultado fue negativo, muchos no nos quisieron compartir, lo curioso es que ahora se acercan a nosotros para pedirnos consejos, sin embargo, nosotros tenemos la voluntad de enseñar, creemos que el conocimiento no debe ser egoísta.

En su trayecto, también han vivido malas experiencias, lo peor, fue “tirar 500 litros de cerveza (…) en algún punto del proceso, pero desde un comienzo hemos pensado que no tiene caso sacar un producto mal elaborado, es preferible tirarlo a ganarte la mala reputación, eso sí puedo asegurar, que para nosotros la calidad del producto es lo más importante”.

En otro aspecto, como mujer se ha enfrentado a más problemas que Esteban. “Quizá por la mentalidad machista que aún prevalece en nuestra sociedad, a la gente le cuesta trabajo creer que una mujer pueda hacer cerveza, muchas veces con la gente que negociamos nos ha pasado que no se dirigen a mí, generalmente a él, sin embargo, Esteban siempre recalca lo que yo hago y eso es determinante es nuestro trabajo como equipo”.

Adelantó que su plan es tener, en un futuro cercano, su propio local de distribución y ahora trabajan para conseguir esa meta.

La mayor satisfacción actualmente, es que quienes degustan la cerveza la disfruten, la valoren, se tomen su tiempo para apreciarla.

La joven dejó entrever que tienen una nueva oferta por lanzar, por lo que invitó a los que gusten de sus productos, a que los sigan por sus redes sociales Instagram y Facebook.

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