Noemí López Hernández, Mimí, como le dicen cariñosamente, nos movió fibras muy sensibles el día que le otorgaron su reconocimiento como maestra cocinera en el Tercer Encuentro de Cocineras, en septiembre de 2019, desde entonces, hemos seguido de cerca su trabajo.
En esa ocasión, no sólo le dieron ese reconocimiento por su enorme labor y talento, también ganó el segundo lugar por la receta de salvaguarda: Pipian de nopal.
Por primera vez, en Oaxaca, se conocía la valiosa labor de las mujeres en la cocina y dejaba de verse como una labor del hogar, para darle el lugar que se merece, porque son herederas de un legado invaluable, al que se dedican con pasión y esfuerzo, son horas de trabajo para lograr platillos increíbles que compiten con los mejores del mundo.
En esa ocasión, en el espacio que le otorgaron, ofreció mole negro, barbacoa, mezcal, “me siento feliz, me siento orgullosa de lo que cocino (…) de que a la gente le guste lo que cocino”.
Su familia se ha dedicado a la producción de queso y quesillo, hace algunos años empezaron a hacer barbacoa.
Finamente, en 2020, abrió su propio restaurante: Maíz, cocina tradicional, en su amada Matadamas Etla.
Ahí, todos los domingos destapa el horno bajo la tierra donde se coció, de forma tradicional, la barbacoa de chivo.
Ofrece también otros platillos de la cocina oaxaqueña, los cuales varía cada semana.
“Lo difícil es que lleguen hasta aquí”, nos confesó cuando recién abrió, pero con la confianza de que, una vez que probaran su sazón, volverían.
Acondicionó el lugar con algunas mesas, que con el pasar del tiempo tuvo que ampliar para acomodar nuevas.
Le tocó, como a todos, vivir la pandemia, y se acopló a los tiempos, empezó a utilizar la plataforma Didi, y recientemente sumó Ubereats.
Sabemos que cumplir dos años no fue fácil, sobre todo en estos tiempos, pero si algo caracteriza a Mimí, es su tesón, su trabajo arduo y su confianza en sí misma, en su cocina a la que ama.
“Es corazón, no te podría explicar todo lo que siento cuando se cocina, porque si haces tus cosas, cocinas con ganas, con alegría, te sale todo”.
Este segundo aniversario lo celebró a la grande, con una mayordomía. Junto al restaurante se puso una feria de pueblo.
Inició con una misa para dar gracias, siguió una calenda que recorrió las principales calles de la población, amenizada por la banda La Reyna de México, que fue la que se encargó de ponerle más sabor a toda la fiesta.
Tamales de rajas, de chepil, tacos dorados de quesillo y chapulín, queso de puerco y memelitas, es lo que preparó de botana.
“Hace un año, por la pandemia, hicimos un festejo muy pequeño, sólo 20 personas, 17 eran de la familia, ahora son 20 los que van a atender”, revelaron cuando daban las gracias a los que llegaron al evento.
Invitaron a los asistentes a abrir el horno, del que primero se sacó el mezcal, que convidaron a todos los asistentes, para después empezar a pasar el consomé de chivo, tacos de barbacoa, masita con carne y sangrita.
Uno de los meseros preguntaba “¿había usted venido antes? ¿Si notó el cambio?”, y es que el restaurante se ha ido adecuando con una mejor infraestructura, más grande, sin perder su esencia de pueblo.
Los asistentes degustaban de un buen mezcal, de los platillos que iban corriendo uno a uno, tomaban fotos, aplaudían a la banda, cantaban.
Como platillos de mayordomía preparó pozole rojo, pipián de nopalitos y mole negro con pollo.
En la tarde empezó el baile, se rompieron piñatas y se partió la rosca de reyes.
No sabemos si alguna vez lo soñó, pero Mimí logró poner en el mapa de Oaxaca a Matadamas Etla como destino turístico gastronómico.