♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Si bien Oaxaca es reconocida por su gastronomía espectacular, un grupo de chefs y amigos, han querido demostrar no todo es cocina tradicional, sino también hay cocina de mar realmente espectacular.
Es así que nace Entre mares, un festival que estará presentándose cada mes en cada uno de los restaurantes participantes. En esta tercera edición, Sirilo, con el chef René Saynés, fue el antitrión del evento.
Se lució con una sesadilla de camarón que sirvió con un shot de caldo, y con esta entrada inició esta edición que quedará en los anales de los mejores eventos gastronómicos de Oaxaca.
Su otra propuesta fue un lobster roll: un emparedado de langosta realmente espectacular.
La Cevichería, del chef Irving Zúñiga se decidió por un ostión Rockefeller preparado con queso istmeño, con lo que se intensificaron los sabores oaxaqueños.
Prepararon también una tostada de tartar de pescado con chile solterito y chepiche.
La Zanduguera del Mar del chef Germán Jiménez optó por preparar un clásico: un ostión ahumado tan característico del Istmo de Tehuantepec.
Otra entradita fue una tostada de mariscada, con lo que se dio color a esta muestra marina.
Oaxacalifornia del chef Alejandro Ruiz preparó un aguachile cenizo de almeja chocolate, una fusión que parecería imposible y cuyo resultado fue increíble.
Sorprendió a los asistentes con una flor de calabaza rellena de tartar de camarón y salsa de pimiento rojo.
Ramón Camarón puso su sello con un taco de chicharrón de pulpo con pico de gallo y mermelada de habanero. Fresco y crujiente.
Y para salirse un poco de su concepto, prepararon ostiones en su concha con granizado de salsa de chile chilpetín y salta montes.
Mustekala del chef Pepe Sosa eligió ostiones tempura con alioli trufado de hongos, un platillo mar y tierra para fusionar no solo sabores, sino texturas en el paladar.
Brilló con una paella negra de mariscos que inundó el lugar con un aroma muy apetecible.
Casa Macayo’s, del chef César Álvarez Macayo logró una explosión de sabores salado, dulce y ácido con un ceviche frutal, dorado con mermelada de tamarindo.
Una mezcla de ingredientes de la sierra con la costa, lo lograron con un taco de pescado con mayonesa de chintextle.
El postre estuvo a cargo del antitrión, al que bautizaron como juguito de piña, consistente en un flan de piña con pila asada, algodón de piña y tepache. La delicia de los asistentes.
Macayo’s tampoco se quedó atrás y preparó un huevo real: panqué envinado con canela.
NI la lluvia torrencial que azotó la ciudad oaxaqueña empañó este festín, ya que los asistentes se quedaron a saborear todas las delicias marinas que prepararon para esta ocasión.
Una muestra de que en Oaxaca hay cocina de primera, con ingredientes de calidad y propuestas frescas.