Cada vez son más los restaurantes que se unen a utilizar insumos cuidados y procesos responsables. En Mazunte está Huitzili. Tiene una propuesta vegana y vegetariana que está, definitivamente exquisita.
Su comida es arte puro. Es un espacio cálido y acogedor, donde puedes relajarte y disfrutar todos los aromas y texturas de la comida.
Se ubica en la avenida principal de Mazunte. Abren de jueves a lunes, de 17 a 22 horas. Su gastronomía es creativa y comprometida. Se ubican en la avenida principal de Mazunte.
Tan sólo entrar, te das cuenta del concepto. Madera rústica, techo de palma, mesas bajas, piso con tarimas, redes, bambú y muchas plantas.
Trabajar la comida sustentable tiene sus ventajas. Apoyan la economía local. Compran a los productores de la región, lo que los lleva a conocer el origen de sus ingredientes y las manos que cosechan.
En Huitzili ofrecen alimentos completos, naturales y sin sufrimiento animal. Los platillos los elaboran con ingredientes frescos, locales y orgánicos.
Si hablamos de bebidas, tienen infinidad de opciones. Los jugos son algo fuera de lo común, súper nutritivos y deliciosos, como el Rodocrosita, que tiene flor de jamaica reconocida por sus propiedades medicinales antioxidantes, antiinflamatorias e antihipertensivas y un sirope natural de jengibre y piloncillo.
Una deliciosa combinación excelente para desintoxicar el organismo y reducir la ansiedad y el estrés. Utilizan, como popotes, el tallo de la papaya, fruta que se da en la región.
Está el jugo Ámbar, con pulpa de maracuyá, reducción de jengibre y piloncillo. Lo bautizaron así, precisamente por ese color que adquiere.
Tienen otras bebidas que te sorprenderán, el Kombucha, a base de té verde y miel, en varios sabores, o qué tal un pulque.
En cuanto a platillos, tienen uno que es un clásico mexicano: la tinga. Acá la preparan como zanahoria, rehogada en salda de chipotle sobre tostadas con humos, mix de verdes y bañada en crema fresca de nuez de la india.
El falafel es idóneo para ir con los amigos y compartir. Son croquetas de garbanzo, humus, pan pita casero y tahiní de la casa. Una opción con un alto contenido de proteína, fibra y calcio.
Están convencidos que el mundo cambia desde adentro, y se comienza con el sistema digestivo, cuando tomas conciencia de lo que comes, bebes y la forma de alimentarte.
Sus recetas fueron creadas y pensadas especialmente para nutrir y fortalecer mente, cuerpo y alma. Preservan la tradición y el sabor.
Descubrirás qué bien sabe sentirse pleno, con platillos llenos de color y vida. ¡Una experiencia que debes vivir al menos una vez en tu vida! Y si los visitas estamos seguros que querrás escribir muchas historias más en este lugar.