Mayo es fiesta en Juchitán. En este mes convergen las principales fiestas y celebraciones del corazón istmeño.
Las regadas, durante las fiestas de la vela, es una tradición muy esperada por los pobladores. Un desfile, en el que antiguamente, los organizadores salían a las calles en carretas tiradas por caballos o bueyes, adornadas con flores naturales o de papel.
Actualmente, en carros alegóricos, las mujeres luciendo sus trajes de gala, los hombres, montados a caballo. Paseos de toros y cabalgatas.
Este carnaval lo encabezan los mayordomos de la vela, la reina de la fiesta y su corte de honor, los capitanes. Recorren las calles de la población para depositar en el templo, las velas y ofrendas que utilizarán en la misa del día siguiente.
En el camino, avientan flores, frutas, jarritos, trastos, recuerdos, juguetes y dulces para conmemorar la fecha.
Meses antes, como marca la costumbre, las mujeres que acompañan a la reina recibieron la invitación. Les llevaron tota de pan de manteca, marquesotes y chocolate.
Los asistentes, casi siempre estrenan traje. Bailan las danzas tradicionales y portan velas, flores y las jícaras coloridas en las que llevan las frutas y juguetes que van obsequiando en el trayecto.
Un motivo más para convivir con el pueblo, bailar al ritmo de la música e intentar atrapar lo que riegan los capitanes y sus acompañantes.