- Publicidad -spot_img

Un atole para endulzar el alma, Jesús y María, en el mercado de la Reforma

Hablar del atole va encaminado a la historia de México y sus pueblos. Cada rincón tiene sus propias leyendas y tradiciones.

Se trata de la bebida más popular en la época prehispánica, cuyo ingrediente principal, es el maíz.

Podría saberse del pasado de cada recoveco del país, al saber de la gastronomía que los caracteriza.

Puedes encontrar atole dulce, agrío, salado o picante, como el chileatole, que lo preparan con chiles, verduras y carne; incluso, en algunas comunidades, esta bebida es el único alimento que los sostiene durante el día.

El atole también puede ser ceremonial, medicinal o ritual.

Gracias a la diversificación de la tierra, pueden cambiar la base, que es el maíz, por ajonjolí, chia, amaranto, arroz, avena, cebada o yuca, combinarlo con una infinidad de ingredientes, como son las frutas, el chocolate o la miel.

Todo indica que los españoles, prefirieron beberlo dulce y fue por ellos que se le agregó la leche, dando lugar a los más populares, de chocolate, conocido como champurrado, de leche, con su toque de canela, o con panela, que sirve para endulzarlo y darle un sabor único.

La historia particular del atole, en la mayoría de los mexicanos, está ligado con la infancia. Es la bebida que se recomienda a las mamás que amamantan y lo primero que toman los bebés, antes de darles leche de vaca.

Una bebida, que estoy segura, les remite a la abuelita o a mamá. Muchos recuerdos de la primera infancia.

Jesús y María, es el puesto número 86 en el mercado Hidalgo, más conocido como el mercado de la colonia Reforma. Se ubica en las calle Palmeras y Emilio Carranza.

Lo atiende la señora Irene Mendoza, desde las siete de la mañana hasta que se le acaba, que puede variar, desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la tarde. Vende atole blanco, champurrado, con panela y de leche, con granillo o «limpio».

También tengo mi historia con este lugar. Lo conocí hace años.

Trabajaba en un periódico local y una tarde cayó en la ciudad una pequeña tormenta. Granizada. La lluvia no paraba y las calles empezaron a anegarse, en cuestión de minutos, desaparecieron las banquetas. Árboles caídos, inundaciones de casas, automóviles varados, una pequeña tragedia.

Lo peor, es que nos quedamos encerrados en el periódico. Cerrada la edición no hubo forma de salir, así que me quedé a esperar que parara la lluvia.

Recién clareó la mañana, el aguacero comenzó a disminuir hasta volverse llovizna. Decidí salir y mojarme un poco. Caminé en la calle Emilio Carraza y entré al mercado. ¡Tenía mucha hambre! Prácticamente toda la noche estuve en vela.

Cuando me vio doña Irene, toda empapada, me sirvió un vaso de atole de leche calientito y me lo ofreció: “tómatelo niña”.

¡Ni qué decir! Sentí que el alma me regresó al cuerpo y poco a poco ese calor me fue invadiendo el interior ¡Riquísimo!

Cuando terminé, me preguntó, “Ahora sí, ¿qué quieres?”, así que pedí otro atole y lo disfruté lentamente.

No sé por qué, pero tiene un sabor que no se remite sólo a la bebida, tiene algo más. No en balde doña Irene es la quinta generación al frente de este local, “las generaciones de ahora ya no quieren trabajar, sólo quieren el dinero”, me comentó hace poco, temiendo que quizá, no se siga con la labor.

Desde entonces, cada que puedo, voy a visitarla y tomarme una calientita taza de atole. Y por supuesto, cada que recibo una visita de otra parte de la ciudad, del país o del extranjero, los llevo con doña Irene para que disfruten esta bebida, que cómo aquí, no he conocido otra mejor.

También vende atole para eventos, ahí le pueden encargar de leche con fresa o leche con nuez, al 951 495 2753.

Abre todos los días, de lunes a domingo, así que puedes ir a que te apapachen un rato con una taza de atole, recuerda lo que dice el refranero popular: “Más vale atole con risas que chocolate con lágrimas”.

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Recientes