♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Desde temprano, los aromas envolventes de café de especialidad y pan recién horneado llenaron el aire de Rupestre Pan y Café, mientras el equipo del restaurante se preparaba para recibir a sus invitados. La fiesta prometía ser un festín para los sentidos, una conmemoración del esfuerzo y la pasión que lo han definido desde su apertura en julio de 2020.
La celebración comenzó con un desayuno que invitaba a perderse en sabores y texturas. Sagrado Filemón, uno de los invitados especiales, sorprendió a los asistentes con su pan francés acompañado de frutas de temporada, waffles de pollo frito y sándwiches de barbacoa.
No menos impresionante fue la oferta de Rupestre, que preparó un reconfortante caldo de pancita, choripán al pastor y unos chilaquiles de hoja santa con tasajo que capturaron la esencia de la cocina oaxaqueña.
Para acompañar, se ofreció café de especialidad con fermentación de 48 horas, fruto del esmero del productor Sabino Flores, y una selección de bebidas tradicionales como chocolate de agua, atole blanco y jugos naturales.
Al mediodía, la oferta culinaria se expandió para incluir delicias preparadas por otros chefs invitados. Sagrado Filemón deleitó con su sándwich de barbacoa y una variedad de pizzas de chicharrón, salchicha ejuteca y quesos.
Rupestre, fiel a su estilo, presentó tacos de asada y consomé de pancita, mientras El Triángulo añadió un toque marino con ceviche de almeja pata de mula y pescado a la talla, mientras que y Rescoldo preparó un suculento taco de barbacoa de costilla de vaca.
La coctelería, bajo la experta mano de Xavier Amayo, elevó la celebración a nuevas alturas. Mezcaleritas frappé con frutos de temporada y cerveza, y cocteles de mezcal María con toronja y agua mineral, ofrecieron un refrescante contrapunto a la calidez del día.
Para los más golosos, se sirvió aguanieve de limón y horchata con tuna, un dulce final para un festín de sabores.
Ángel Emmanuel Ramos Ramos, chef y alma de Rupestre Pan y Café, compartió sus reflexiones: “Estos cuatro años han sido de mucho esfuerzo y resistencia, pero también de mucha felicidad. Comenzamos en plena pandemia, innovando en nuestros platillos y bebidas, y nos hemos concentrado en ofrecer productos locales, orgánicos y saludables.
“Nuestro objetivo siempre ha sido llegar al corazón de todos nuestros comensales, y hoy, al celebrar este aniversario, sentimos que lo hemos logrado”.
El chef destacó la evolución de Rupestre, que ha crecido en infraestructura y concepto, convirtiéndose en un espacio que mezcla historia, creatividad y arte.
“Rupestre me sabe a esas mañanas lluviosas, por el ambiente que tenemos con nuestras plantas y arbolitos. Queremos que nuestros clientes sientan que están en familia, en la casita de algún familiar querido. Esa es la experiencia que buscamos crear cada día”.
La arquitectura y decoración de Rupestre, inspiradas en la prehistoria y las pinturas rupestres, ofrecen un viaje en el tiempo, un retorno a las raíces que combina lo antiguo con lo contemporáneo.
Ubicado en José López Alavez 1403 en el Barrio de Xochimilco, cada rincón del restaurante, desde el salón de panadería donde se puede observar el proceso de elaboración del pan, hasta los espacios al aire libre llenos de vida y color, son el escenario para crear nuevas anécdotas.
El cuarto aniversario de Rupestre Pan y Café es una reafirmación de su compromiso con la comunidad y la gastronomía, demostrar que es un lugar donde se celebra la vida. La fiesta terminó, pero la historia de Rupestre continúa, escrita día a día con el mismo amor y dedicación que han marcado sus primeros cuatro años.