La imaginación del chef René Sainez ha demostrado no tener límites, así como su entusiasmo y el amor por su trabajo. Seguramente dentro de poco será uno de los más populares en Oaxaca por sus ideas frescas y propuestas innovadoras.
La pasión por la cultura gastronómica nació en la adolescencia, al ver programas televisivos de viajeros. Le atraía lo que cocinaban. Sin embargo, nacido en Oaxaca y con una educación tradicional, decidió estudiar arquitectura o educación física.
Su amor por la cocina pudo más y finalmente concluyo sus estudios de gastronomía en Puebla, en el Instituto Suizo de Gastronomía.
Su inicio en la carrera no fue nada fácil. A su retorno a Oaxaca inicia su trabajo en la banquetería Carmelita. Sus prácticas, en La Olla. “Me tocó trabajar con egos súper altos”, confiesa.
Se titula con una tesis sobre una marisquería enfocada a jóvenes, que a través del tiempo, logró hacer realidad con Sirilo Ceviche & Taco.
“Pretendía un lugar bonito que ofreciera cosas diferentes, con diseño y concepto, silla estilos Acapulco, color chillantes, retomar el peltre, en fin…”.
En realidad, es un deleite ver trabajar al chef René Sainez, apreciando paso a paso muchas de sus más deliciosas creaciones, casi siempre al ritmo del hip hop, de la cumbia o de la música electrónica.
Necio hasta consolidar sus proyectos, lleva ya cuatro años al frente de Sirilo Ceviche & Taco, un restaurante de mariscos con un concepto juvenil, mismo que cambia constantemente de carta. Su público, el oaxaqueño.
“Estoy consciente que el comensal oaxaqueño es más exigente que cualquier extranjero, siempre queremos algo más”, anota mientras añade que es amante de la comida, “me gusta comer mucho”.
Claro y conciso, así es René Sainez. “Lo que más disfruto en la vida es comer y hacer felices a las personas a través de los alimentos; el gusto de servir es maravilloso. Por eso hago lo que más me gusta: cocinar”.