♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
La belleza de nuestra identidad, esa que se aprendió de la madre y de la abuela, la que se va a heredar a nuestras hijas y nietas, es la que se va a calificar en el certamen de la Diosa Centéotl 2023.
El titular de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca Víctor Cata anunció que, por primera ocasión, en la edición 91 de los Lunes del Cerro se elegirá a una mujer como representante de la cultura del estado con base en criterios relacionados con su conocimiento y labor cultural.
Atrás quedarán las pasarelas de belleza, los estereotipos europeos, los clichés americanos, “reconocemos a la mujer, no sólo como portadora de conocimiento, sino como transmisora, queremos reivindicar la figura de la mujer”.
Al cierre de la convocatoria, se postularon 46 mujeres que tienen un rango de edad de los 18 a los 57 años, de las étnicas mazateca, nahua, chatina, mixteca, chinanteca, zoque, huave, zapoteca, mixe y mestiza, que comprenden las ocho regiones de Oaxaca.
La decisión será después de que las participantes pasen por dos fases: la primera donde se calificará sus saberes respecto al contexto social y de territorio, la identidad cultural y de tradiciones, así como las acciones culturales de la comunidad.
La segunda fase sobre sus conocimientos en organización social, valores comunitarios, contexto social y patrimonio cultural, defender su territorio hablando metafóricamente.
En este certamen se va a rescatar el maíz representado en la mujer como eje dador de vida, “recordamos a las divinidades agrícolas, como madre fecundadora, dadora de vida (…) el maíz es fundamento de la vida y desarrollo en Mesoamérica, vamos a recordar por qué se subía al Cerro del Fortín”.
A partir de esta fecha, la Diosa Centeótl dejará de ser una figura decorativa, se van a realizar una serie de actos vinculados al maíz.
“Nuestros ancestros realizaban en un ritual muy simbólico. En la milpa se buscaba la mazorca más hermosa. Se escogían dos para el altar. Al cuarto día se podía iniciar la cosecha”.
Esta ceremonia incluía compartir, una guelaguetza para ayudar a las viudas, a los enfermos, a la mamá, a la suegra, a los compadres, “porque no los frutos no son nuestros, solo el trabajo nos pertenece”.
Se preparaba un atole de elote tierno que se regalaba entre los vecinos para poder ser bendecido por los dioses. La cosecha de maíz era motivo de alegría y es cuando se escogía quien representara a Xilonen, la diosa del maíz tierno.
La ganadora no sólo tendrá el honor de representar a la diosa Centéolt, también será la portadora del rescate cultural en su pueblo, “se va a trabajar en la comunidad, en la casa de cultura, se harán caravanas culturales, se va a convocar a las niñas, se realizarán materiales de las lenguas y se compartirán historias en su lengua natal”.
El reto de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca inicia en el pueblo de la mujer que representa a la Diosa Centéolt. Un rescate de su cocina, ceremonias, bailes, máscaras y todo lo que le ha dado identidad, esa esencia que debe preservarse a través del tiempo.