♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
La historia inicia con la construcción de la presa La Azucenas, planificada para que los campesinos de Tlalixtac de Cabrera tuvieran agua en épocas de sequía para su siembra.
Eran decenas de trabajadores los que llegaban a laborar diariamente y una mujer de Tlalixtac todos los días caminaba kilómetros para llevarles de comer.
Al poco tiempo, pudo comprar un burro, así no tenía que llevar a cuestas la comida, y, más adelante, puso un pequeño localito con permiso de la autoridad, donde era ayudada por su nuera.
La familia puso un comedor más a la orilla de la presa. Éste se bautizó como Las Mojarritas, y, desde hace 16 años, es la nuera, doña Mayle García Alavez, quien se hace cargo con su familia.
Una historia de trabajo y tesón, ya que, año con año, comenzaron a remodelar el lugar, que, al inicio, era solo una galera.
Lo ampliaron, le pusieron un techo de madera, un murito de contención para que, en las épocas en las que la presa está llena, a punto de desbordarse, no entre agua al restaurante.
“Un servicio pensado como zona de descanso y disfrute familiar, a 20 minutos del centro de la ciudad (…) para dar servicio a las familias, que vengan a disfrutar el ambiente, que sea diferente a lo del centro”.
Su esposo nunca dejó el campo, donde hasta la fecha siembra milpa, alfalfa, frijol, garbanzo, rábano, cilantro, lechuga y tomate que es ocupado para la cocina del restaurante.
Se iba a dar su vuelta a caballo al terminar la faena. Algunos comensales le pedían permiso para cabalgar alrededor, es así que también empiezan a criar caballos y ahora ponys como parte de las distracciones del lugar.
Sus suegros le daban de comer a patos y gansos, siguen con esa encomienda, cuidan a estos animalitos que son parte del paisaje natural.
Un comensal es el que les ofrece una lancha de motor pequeña para que sea parte de las atracciones, poco a poco, empiezan a adquirir más, una flotilla a la que se le agregan de remo y de pedal. Agregan un área de juego para niños.
Con la pandemia, surge también la inquietud de mejorar el servicio para que, Las Mojarritas, sea una oferta de primer nivel que se incluya al turismo gastronómico que existe en Oaxaca.
El chef Juan Gopar es el encargado de renovar el menú, rescata algunos platillos que ya estaban en la carta, agrega otros de su autoría y resalta la comida de las ocho regiones de Oaxaca.
“Estamos estrenando menú, tenemos platillos muy ricos (…) tenemos platillos de todas las regiones, enfocados en toda Oaxaca con los ingredientes más frescos y los ingredientes de temporada”.
En los desayunos continúan las clásicas entomatadas, enfrijoladas, enchiladas, chilaquiles y enchiladas suizas.
Omelett vegetariano, tradicionales, con jamón, chorizo o champiñones con quesillo, o la especialidad de la casa con pimiento, jamón, chorizo y tocino.
Salsas de huevo, costilla, chorizo, huevo con nopalitos o chicharrón; del comal, están las memelitas con queso, quesillo o con carne, las mixtecas con crema y queso, la trilogía de tetelas, quesadillas con flor de calabaza, empanadas de amarrillo o verde y huevos al comal.
Como especiales de la casa está el croque madame, las enchorizadas y el molcajete de huevo o queso.
Incluyen ahora los hotcakes o wafles y el pan francés con fruta, de tomar puedes pedir café, chocolate o infusiones, jugo de naranja, verde de papaya, malteada de chocolate, fresa, vainilla o napolitana.
Un nuevo menú bastante versátil, como entradas tienen costalitos de camarón, tostadas de ceviche, camarón o pulpo, ceviche de camarón, pulpo y pescado con mango y maracuyá, ensalada de ariscos, o el de la casa, con camarón o pollo.
Para los peques se puede pedir una pechuga empanizada, una hamburguesa de la casa o dedos de pescado.
Pastas a la carbonara, a la arrabiata, Alfredo o a la marinera.
Sopas de mariscos, caldo de camarón, caldo de mojarra, caldo de pollo, sopa de tortilla y sopa de frijol.
Cocteles de camarón, pulpo y camarón, vuelve a la vida, ceviche, virgen sin cátsup.
Mojarras al mojo de ajo, a la diabla, al ajillo, zarandeada y empapelada.
Filetes, camarones al mojo de ajo, a la diabla, al ajillo, empanizados, estilo ensenada, coco con salsa de piña, aguachile y rellenos verduras y queso enrollados de tocino.
De la parrilla tienen botana oaxaqueña, parrillada, orden de carne, costilla al tamarindo, rack de costilla, ryb eye o patitas en vinagre.
Como especiales, tienen la piña rellena de mariscos, molcajete mar y tierra, taco mar y tierra, pulpo zarandeado, aguachile de camarón y pulpo, aguachile negro, camarón 4 X4 y mariscada.
En su nuevo incluyen flan napolitano, fresas con crema, duraznos en almíbar, pastel de galleta, plátanos fritos y helado como los postres tradicionales.
Como especiales están las crepas red velvet, crepas de plátano, plátano asado, banana Split y panacota de tejate.
En cuanto a waffles y crepas con helado las preparan con zarzamora, nutela, cajeta, fresa o queso crema.
Y de bebidas, puede ser un frappe capuchino, Oreo, cajeta, rompope o Ferrero Rocher,
Tienen aguas de jamaica, naranja o limonada, los fines de semana tejate, chilacayota u horchata, refrescos, cervezas comerciales, micheladas con bases de clamato, tamarindo, mango, piña, tradicional o suero, mezcal, chinchón dulce y seco, Kahlua, licor 43, tequila ron, whisky, brandy, vodka y coctelería.
Un servicio de primer nivel con instalaciones cómodas, está a solo 20 minutos de la ciudad, en Lomas de Tabaa, junto a la presa La Azucena ubicada el camino viejo a Huayápam. Abren todos los días de 9 de la mañana a 7 de la noche.
Un lugar de ensueño, que rompe completamente con la ciudad, un entorno natural, rodeado de árboles, montañas y la presa como principal atractivo. El sitio ideal para escapar de la rutina y disfrutar su deliciosa propuesta gastronómica.