Putla Villa de Guerrero tiene una ubicación tan privilegiada, que le permite conectar con personas de la Costa, la Mixteca y parte de la Sierra.
Es en este lugar donde se reúnen diversos grupos étnicos, que aprovechan el Día de Plaza, los domingos, para comercializar sus productos y comprar lo que necesitan.
Su nombre se origina de Puctitlán, que quiere decir “donde hay mucho humo” se compone de poctli: humo y de tla: sufijo que denota abundancia.
Un lugar con mucha historia. Tiene registro desde las tribus mixtecas que vivían en el antiguo pueblo de Putla, de donde migraron hasta donde ahora se encuentran.
La población se caracteriza por su rica flora y fauna, tiene un clima cálido húmedo, que propicia la producción de frutos tropicales, como limón, mango, sandía, plátano y mamey.
Comprar el Día de Plaza es una experiencia única, llegan comerciantes foráneos para ofrecer diversos productos, desde ropa hasta antojitos, al aire libre.
Las mujeres que vienen de la mixteca baja visten sus atuendos tradicionales rojos que le dan colorido al mercado.
Flores que dan vida a las calles estilo colonial, con sus paredes blancas y techos con tejas.
Frutos traídos directamente por los campesinos, como calabacita criolla, zanahorias, pepinos, naranjas y mandarinas.
Yerbas secas de todas las variedades, mientras la marchanta te aconseja para qué dolencia se debe utilizar y como prepararla.
Chiles frescos y secos, jamaica, huajes y guanábana, granos como el maíz y frijol.
Los puestos de comida no faltan, así como el pan de pulque horneado a la leña.
Están los que traen carne seca y oreada, así como los artesanos con sus huipiles bordados.
Gamas de colores que forman las cebollas, tomates, piña y plátanos. Una magia sorprendente, donde las culturas se enlazan y las voces se unen para intercambiar los productos que se utilizarán en casa.