Uno de los antojitos clásicos de México que, si bien la esencia fue importada de España, se perfeccionó con técnicas francesas y se enriqueció con el toque mexicano, son las cemitas, típicas de la gastronomía poblana.
Se llama así por su pan, de corteza dorada y crujiente, cuya característica es el ajonjolí en la tapa, que muchas veces es utilizada para decorar con figuras, incluso, hay una anécdota en la que refieren que el general Maximino Ávila Camacho brindó una comida en Teziutlán en la que las cemitas tenían el dibujo del escudo de armas de ese municipio.
Las cemitas eran tradicionalmente preparadas en casa, se rellenaban con papa, frijol y nopal, lo infaltable es el chile chipotle. Actualmente son infinidad de sabores las que puedes elegir.
En Oaxaca hay un lugar donde puedes saborearlas, se ubica en Geranios 202, un local pequeño y acogedor, donde replican las cemitas poblanas.
Tienen la clásica cemita de milanesa, está la de pata de res, de cecina enchilada y de choriqueso.
Una de las virtudes de la cemita, es que son fáciles de transportar, se pueden comer sin calentar y te dejan satisfecho.
Si tienes antojo, ya sabes a dónde acudir, porque en Oaxaca siempre encontrarás una gran diversidad y ofertas gastronómicas incluso de otros países ¡Buen provecho!
