Creatividad, frescura y un gran deleite. Oaxacalifornia remonta los mariscos a otro nivel. Una gama de texturas, aromas y sabores.
Tacos de chicharrón prensado y pulpo con pico de gallo, ramen con costilla, pulpo, camarón, huevo, germinado y pasta artesanal, un mezcalini de maracuyá.
Especializado en pescados y mariscos, logran la fusión perfecta entre la cocina de Oaxaca y Baja California. Productos frescos que viajan desde Ensenada y otros lugares del norte del país, con los insumos orgánicos cosechados en Zimatlán y otras regiones oaxaqueñas. Maíz y mezcal para completar.
A pocos pasos de Plaza del Valle, el centro comercial en el sur de la capital oaxaqueña, en Avenida Universidad 200, se encuentra Oaxacalifornia, del chef Alejandro Ruiz, un restaurante que busca exaltar la cultura gastronómica del huerto y del mar.
Joven, el chef se mudó a Puerto Escondido, donde aprendió a apreciar los frescos del mar, de ahí nace la idea de crear una marisquería diferente, que ensalzara los productos regionales de Oaxaca, hierbas, maíz criollo, chiles.
Realizó un trabajo en conjunto con el chef Israel Sosa González, quien cumple 12 años en el grupo Casa Oaxaca y con quien platicamos, “Oaxacalifornia es un concepto abierto que permite jugar con distintos tipos de cocina”.
Son los primeros en traer productos de Baja California, uno de los estados con mayor actividad pesquera, “tener insumos de gran calidad es garantía de comida nutritiva”.
Rescatan maíces nativos de la región y agaves silvestres, eliminan todos los productos procesados, de tal forma que todo lo que llega a la mesa, se preparó al momento. Una propuesta auténtica que te deja nuevas experiencias.
Está, por ejemplo, el camarón recién tempurado, curtido de cebolla morada, crema, tomate, pepino, col y mayonesa de chile pasilla, las tostadas de atún con salsa de chile pasilla mixe, jengibre, vinagre de arroz, zanahoria, calabacita y chayote, o el pulpo a las brasas con adobo de chile manzano, arroz cremoso con setas y ensalada del huerto.
Precisamente, la mayoría de los vegetales, se cultivan en el Huerto Orgánicos Sustentables Portozuelo, en la Raya Zimatlán.
Garantizan, no sólo que sea un menú muy nutritivo, sino versátil, como la tostada de atún sellado, chicatana, aguacate, cilandro y mayonesa de chile puya, el pulpo encebollado, con mantequilla de chile costeño, aros de cebolla tempurados y lajas de papa o el pozole de mariscos con almeja sirla, mejillón, camarón, pulpo y jaiba, el aguachile negro de camarón, pulpo y callo de hacha.
Un capítulo aparte es su coctelería. Creaciones con mezcal como el que preparan con toronja, poleo, vacari y mezcal, el de pomelo, jarabe de betabel, achiote y mezcal con escarcha de sal de chapulín, mezcalini de tamarindo, el Iris Green, con hierba buena, cardamomo, jugo de limón y mezcal.
Se unieron con La Pasión, una pastelería especializada en la repostería artesanal europea, con sabores provenientes de Bélgica, Francia, Alemania y Austria. El postre perfecto para una comida de ensueño.
La pandemia sólo vigorizó el concepto, Oaxacalifornia consolidó su propio lenguaje y se hizo más fuerte.
Una cocina dinámica y sin etiquetas en la que los ingredientes de temporada y la creatividad mandan, para quedar en la lista de favoritos oaxaqueños.