Muy antiguo es el origen de los restaurantes. Inmerso en los límites de la historia. Nace con las plazas. Los productores debían pasar días fuera de casas. En medio de la nada había posadas de reposo y para saciar el hambre.
Una historia que se repite en todas las culturas; en los monasterios tenían por costumbre albergar a los viajeros y alimentarlos a cambio de donaciones.
Fondas de paso, sitios de descanso en la travesía, estancias para detenerse a comer.
En el siglo XVI nace el concepto. Se trata de restaurar el cuerpo. La etimología nos hermana la palabra restaurativo con el vocablo restaurante, lugar en el que el cliente tiene la oportunidad de reponer los estómagos cansados.
Los historiadores aseguran que con la Revolución Francesa la aristocracia casi desaparece. Los cocineros se quedaron sin trabajo, así que deciden poner su arte culinario a disposición del público en locales propios.
Con el tiempo, esos viajeros son los actuales turistas. Comer fuera, más allá de una necesidad, es uno de los grandes placeres de la vida. Reunirse con nuestros seres queridos, celebrar o simplemente darse el gusto de comer lo que uno quiera.
Ahora, más que una comida deliciosa, se busca una experiencia que te saque de lo cotidiano. No es fácil que alguien vaya a un restaurante sin antes haber escuchado sobre el lugar.
Contrario a lo que se cree, no es un negocio como otros. La mayoría de los restauranteros viven al día. No es un negocio de propiedades, no se pueden comprar insumos económicos para guardar y vender un mes después más caros.
TIEMPOS DE PANDEMIA
Los restaurantes se enfrentan a un nuevo reto: trabajar con responsabilidad y prudencia. La prevención contra el Covid-19 es prioridad.
Fortalecieron medidas de protocolo e higiene para brindar un ambiente más seguro.
Instalaron antibacteriales, lavado de manos permanente del personal, procesos de limpieza en mesas y áreas comunes, evitar el contacto físico con los clientes, desinfección de las herramientas de trabajo, mesas sobrias, con la menor cantidad de elementos.
DELIVERY
La primera tendencia fue el servicio a domicilio. Un concepto muy sencillo. Se mantiene la cocina en funcionamiento, el comensal hace su pedido y lo recibe donde esté. Una opción que permitió a muchos restaurantes mantenerse en pie y el cliente come lo que quiere sin salir de su hogar. Una tendencia que inició en 2020 y que se mantendrá en aumento.
El comensal tiene que encontrar con facilidad el restaurante, el plato que quiere comer, el precio y hasta la forma de pago.
Todo un protocolo. Se volvió primordial adecuar la infraestructura. Para que el sistema funcione fluidamente fue necesario cambiar la disposición en algunas áreas. El servicio a domicilio necesita un espacio para el empaquetado y la entrega al encargado del reparto. Desde que el plato quedó listo para entregar hasta que llega al cliente, todo el proceso tiene que ser muy ágil y sin interrupciones. Sale de la cocina, se envuelve y se lleva.
Cuando un cliente realiza un pedido, debe saber cuánto tiempo tardará en recibirlo. Por lo tanto, hay que tener bien calculados los tiempos. Todos los tiempos, desde que empieza la preparación hasta que llega a su puerta.
Se tuvo que evaluar la carta, valorar si es adecuada o si se hace necesario elaborar una nueva propuesta especialmente adaptada el servicio a domicilio; por ejemplo, muchos platos que se servían en el local no son apropiados para el reparto a domicilio por su deterioro durante el traslado.
PAGOS SIN CONTACTO
Se trata de otra medida para evitar el contagio. La propuesta es disminuir el dinero en efectivo, para mayor seguridad tanto del restaurante como del comensal.
Lo primordial no es solamente mantener la competitividad, sino ofrecer a los comensales todas las garantías de seguridad sanitaria, evitar al máximo el contacto.
El reto principal fue adaptarse a la tecnología. No sólo marcó el camino, sino se volvió la herramienta clave para la renovación y adaptación del sector para su reactivación económica.
El aislamiento social aceleró la transformación digital y se instauraron nuevos hábitos.
Entre lo más popular está el pago con Android Pay, Apple Pay o Samsung Pay; incluso ya se puede pagar con reconocimiento facial, sin
la intermediación de la tarjeta o el teléfono móvil.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Lo mejor que trajo la pandemia es la tendencia a la comida saludable. Una corriente gastronómica que floreció en los restaurantes, los chefs se han dado vuelo para preparar exquisitas recetas, utilizar insumos orgánicos y buscar que los alimentos que preparen realmente nutran.
Una encuesta realizada en la nueva edición del Barómetro Food elaborado por Edenred, asegura que, en el último año, más del 75 por ciento de los restaurantes encuestados aseguran que aumentó la demanda de menús y alimentos saludables en sus estacionamientos.
La creciente preocupación de los comensales por su salud los ha llevado a escoger esos restaurantes que apuestan por las preparaciones culinarias nutritivas y artesanales.
En México la principal causa de muerte es por enfermedades del corazón, en un 20.1 por ciento, seguida de diabetes con el 15.2 por ciento, tumores malignos, con 12 por ciento y enfermedades del hígado, con 5.5 por ciento.
La obesidad es un punto importante a destacar, afecta al menos al 7 de cada 10 pobladores, aunado al tabaquismo, colesterol elevado e hipertensión arterial que influyen en el desarrollo de las enfermedades.
El principal problema de la alimentación actual es el consumo excesivo de calorías, principalmente de azúcares y grasas, además de la elevada ingesta de alcohol.
Ante esta situación, el Estado ha estado orientando a los mexicanos sobre una adecuada alimentación para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas.
Ante esta situación, México siempre se caracterizó por su riqueza gastronómica, su variedad de ingredientes y recetas, así que este reto no ha sido problema. Una tendencia que llegó para quedarse.
