Alfolí ha regresado a los desayunos, pero esta vez, decidido a sorprendernos.
Los platillos son tan vistosos, coloridos y con tanto brillo, que parecen montados para fotografía.
Son desayunos de esos para saborear sin prisa, disfrutar cada bocado y agradecer a la vida esa oportunidad de hacer de cada momento, algo insólito y agradable.
Tan sólo las ensaladas son una mezcla de colores y sabores crujientes.
Sin faltar a lo clásico, como las enfrijoladas, entomatadas, enchiladas verdes, enchiladas de coloradito, las enchiladas suizas y una creación, las Alfolí.
Otro platillo que lleva su nombre es una arrachera con quesillo y guacamole, acompañados de papas gajo, los molletes, los wafles, dulces y salados.
Las bebidas son aromáticas, naturales, con pan recién horneado y esponjocito.
Vale la pena visitar Alfolí, ya instalados cómodamente en la colonia Reforma, en la calle Belisario Domínguez 913, entre Manuel Ruiz y Pensamientos.
Aunque su eslogan dice como en casa, no es la presentación a la que estamos acostumbrados. Se ve de lujo, de comida gourmet, pero al probarlo, sabe a Oaxaca, a la cocina auténtica.