Fundamental para mantener la salud en estado de plenitud, son los frutos con alto contenido de antioxidantes.
Está comprobado que el consumo de alimentos ricos en antioxidantes es una de las formas más efectivas para reducir el riesgo relativo de desarrollo o muerte por enfermedades crónicas no-transmisibles, como las cardiovasculares (arterosclerosis), las tumorales (cáncer colónico), la diabetes y algunas enfermedades de naturaleza neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson).
Insertos en una dieta variada, todas las frutas y verduras pueden ser de gran ayuda para obtener antioxidantes de forma natural y así, proteger la salud ante enfermedades o cuidar la estética.
Entre los favoritos está la fresa para sumar estos compuestos a la dieta, por tener mayor capacidad de absorber radicales libres del oxígeno
La fresa no sólo posee compuestos fenólicos, también vitamina C y carotenos, que aumentan su poder antioxidante. Como si fuera poco, con ella podemos elaborar variedad de platos saludables para sumar a nuestra dieta habitual.
En general, los arándanos, moras, frambuesas, cerezas y fresas son uno de los alimentos que aportan más antioxidantes al organismo. Sus beneficios se deben a las antocianinas, los pigmentos que confieren el color azulado, rojo o morado a los frutos del bosque, capaces de bloquear la acción de los radicales libres.
El durazno es otra de las frutas que no podemos desaprovechar. Resulta una buena fuente de compuestos fenólicos, vitamina A y carotenos con función antioxidante.
Además, es una de las frutas con menos calorías y con mayor sabor dulce, siendo por ello de gran ayuda al momento de vencer la tentación y cuidar la línea.
Por otro lado, la uva es considerada el superalimento antioxidante, contiene una mezcla de nutrientes y fitonutrientes como los taninos astringentes, los ácidos elágico y cafeico bactericidas y la antocianidina y el resveratrol, potentes antioxidantes celulares, protege las arterias y el corazón, tiene propiedades antibacterianas y antivíricas, ayuda a retrasar el envejecimiento cerebral, a prevenir algunos tipos de tumores (mama, colon y próstata especialmente) y a reducir la inflamación celular en general.
La uva es una fruta muy deportiva por su contenido en azúcares como la fructosa, que te aportan energía de larga duración al ir asociados a la fibra de la piel de las uvas. También es fuente del mineral potasio para reponer las pérdidas de este mineral al sudar y vitaminas C, A, K, ácido fólico y otras vitaminas B. En la piel está la fibra y la mayor parte de los fitonutrientes antioxidantes que dan color a las uvas, y en las pepitas hay otro tipo de fibra junto a ácidos grasos y la vitamina E antioxidante.
Así que ya sabes, una gran variedad de frutas posee una elevada capacidad antioxidante que puede beneficiar al organismo si las incluimos en el marco de una dieta equilibrada y otros hábitos de vida sanos.
