Las crepas son un dulce de origen francés que se hizo imprescindible en cualquier restaurante que se jacte de ofrecer postres clásicos en las altas cocinas.
La historia de este platillo es uno de esos ejemplos que tanto abundan en la gastronomía en la que un plato de origen humilde conquista el corazón de las clases adineradas y se termina convirtiendo en el emblema de toda una región.
En Rústiko es todo un arte. El de oreo ralla con el pecado capital de la gula. El ingrediente secreto es el que predomina en casa.
Esta tarde que se antoja lluviosa es sumamente recomendable, acompañada de un café de barra. Sólo te advertimos que si te decides por esta opción, tendrás que saborearlas con indisimulado placer.
