♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Cada año, en Santa Cruz Xoxocotlán, se revive una de las tradiciones más cautivadoras de Oaxaca: los Martes de Brujas. Esta festividad, que se celebra durante los martes de Cuaresma, tiene sus raíces en la época colonial, cuando las mujeres del pueblo, conocidas como “brujitas”, llevaban tamales de frijol y atole de panela a sus esposos que trabajaban en la construcción del templo local, alumbradas por mecheros de hojalata. Así nació una tradición que, con el paso del tiempo, perdura con fuerza y sabor.
Una de las grandes guardianas de esta costumbre es Celina Tiburcio Ruiz, cariñosamente conocida como Celina, cocinera tradicional de Xoxocotlán.

Desde su infancia, Celina dedica su vida a preservar los sabores ancestrales de su comunidad, convirtiéndose en un referente en el arte de los tamales oaxaqueños. Su puesto, Tamales Celina, es un lugar de encuentro para todos aquellos que buscan una experiencia gastronómica auténtica.
Entre sus especialidades destacan el tamal de coloradito, preparado desde cero, ya que tuesta los chiles, fríe las especias y prepara el mole que llevarán los tamales.
El chichilo rojo, un platillo típico de Xoxocotlán que se sirve en ocasiones especiales como los Martes de Brujas o los domingos; y el tan esperado mole negro, un clásico de la cocina oaxaqueña. Y, por supuesto, su pasta de frijol, cocida en olla de barro, que da vida a los tradicionales tamales que marcan esta festividad.

Ofrece una variedad de tamales que incluyen sabores como rajas, amarillo, verde y hierbas, todos acompañados por su delicioso atole de panela con granillo, leche de coco o la tradicional espuma.
Este año, Celina invita a todos a visitarla en el parque central de Xoxocotlán a partir de las 6 de la tarde, en la calle Mártires de Tacubaya. Cada martes, la autoridad municipal invita a un artista local o nacional quienes contagian con su música a los asistentes, además de una verbena que se pone alrededor.

Allí, hasta que el evento concluya, Celina compartirá con orgullo y dedicación los sabores que fueron transmitidos por generaciones para mantener viva la esencia de los Martes de Brujas.
Asistir a esta celebración es ser parte de una tradición que refleja la identidad y el espíritu comunitario de Santa Cruz Xoxocotlán. Los Martes de Brujas son una oportunidad para conectar con la historia, la cultura y, por supuesto, con la riqueza gastronómica que cocineras como Celina mantienen viva con pasión y esmero.