♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Si nunca has ido a un restaurante de sistema rodizio te va a faltar estómago. ¡Un buffet al estilo brasileño! Se trata de una de las tradiciones culinarias más arraigas en la cultura carioca. A este tipo de restaurante se les conoce como churrascarías, y en Oaxaca, Espadas Carioca es el pionero.
Esta cocina, que aún conserva su originalidad, nació en el sur de Brasil, cerca de la frontera con argentina, en la región de las Pampas.
A los pobladores de esta zona, se les conoce como gauchos. Justo en el siglo XVII hasta mediados del siglo XIX destacaron por la crianza de bovinos y todas las actividades derivadas de la ganadería, como el consumo de carne y la utilización del cuero.
La historia gastronómica tiene más de 100 años de antigüedad. Nace con la necesidad de cocinar diferentes tipos de carne, como cerdo, res y pollo.
Al principio las espadas brasileñas se elaboraban con “estacas de madera”, la idea era darles vuelta en torno al fuego para su cocción en pozos de leña.
Espadas Carioca también retoma de esta cultura el sistema rodizio, un servicio muy típico de Brasil y Portugal, donde los comensales pagan un precio fijo y maestros churrasqueros se encargan de servir las carnes a la mesa para garantizar la jugosidad y temperatura.
Churrasco es una palabra de origen portugués que significa “parrilla” y es precisamente en Río Grande del Sur donde se queda arraiga la tradición de la gaucha brasileña.
Lo curioso de este concepto, es que puedes repetir el corte de carne las veces que quieras.
Los churrasqueros colocan los trozos de carne al fuego, los pinchan con fierro en forma de espadas que voltean a medida que la carne se asa. Una vez listo, llevan la espada a la mesa y cortan el trozo directamente en el plato.
Se recomienda acompañarlas de una guarnición de ensalada, papitas o piña horneada con canela y azúcar.
Al platicar con el gerente de Espadas Carioca, nos contó que los dueños visitaron Brasil y les gustó tanto el concepto que decidieron implementarlo en Oaxaca, por lo que pronto se convirtió en el preferido de los amantes de la carne que buscan cortes selectos y de buena calidad.
Abren todos los días, de 1 de la tarde a 9 de la noche. Se ubica en la colonia Reforma, en la privada de Gardenias esquina Crisantemos número 200.
El restaurante cumple 20 años y hace algunos años se remodeló el lugar para que quedara más cómodo y funcional para los comensales.
Tonos cafés, madera, metal, mesas separadas, grandes ventanales y una luz cálida para lograr un ambiente íntimo, seguro y acogedor.
“El servicio consiste en una entrada, que es el consomé de pollo con pasta, de ahí siguen los cortes, que son 17, incluye picaña, molleja, sirloin, el de la casa que es chorizo libanés, 17 cortes entre pollo, res, puerco y mariscos”.
Antes de la pandemia, había mesas donde escoger las guarniciones. Ahora, por medidas de seguridad e higiene, también te las pasan a tu mesa. ¡Ni siquiera tendrás que pararte!
Arroz, frijoles, ensalada de papa, betabel, ensalada de lechuga con manzana y arándano, piña asada, ensalada de coditos, cebollitas asadas, espaguetti, verduras al vapor, chiles asados y brócoli, entre las guarniciones.
Rolando Josué González Cuevas, encargado de la churrasquería, nos contó que ya cumplió 12 años de trabajar para Espadas Carioca, “me encargo de que se pasen los 17 cortes a las mesas”.
“Buscamos la mejor calidad en la carne (…) con los años he aprendido algunos tips para que la carne no se desjugue o se seque, también les recomiendo a los comensales cual es el término ideal para cada corte”.
En el restaurante producen y embuten desde cero, la chistorra y chorizo libanés, marinan el lomo, la costilla, la cabeza de lomo en jalea de piña, “manejamos cortes de res como la picaña, la arrachera, lengua, molleja, filete con tocino, filete de res, mismos que sólo marinamos con un poco de especias y sal de grano”.
El costo del servicio es de 350 pesos por personas, 180 por niño y si estos miden menos de 1.20 no pagan. Las bebidas se pagan aparte.
Las más exquisitas carnes a la espada, según los brasileños, son la picaña y en Oaxaca no es la excepción, es quizá, el corte que más piden repetir, “la picaña es de a ley que la repiten”.
Si después de saborear estas delicias te queda estómago para más, de postre tienen la tradicional tapioca, el flan napolitano y platanitos empanizados a la canela.
¡Un verdadero festín! Ni siquiera necesitas un pretexto para ir, si bien, la atención es de primera e ideal para festejar ¡lo que quieras! o impresionar a alguien muy querido, el sólo hecho de estar vivo amerita la ocasión para visitar Espadas Carioca.