Las trampas de la fe, de Octavio Paz, quien sostenía que la cocina es la manera más segura de acercarse a un pueblo, fue el libro que inspiró a la doctora Gloria López Morales en su lucha por rescatar y preservar la cocina tradicional.
La presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, y quien fuera la que encabezara el proyecto que logró, hace 12 años, el nombramiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco para la cocina mexicana, fue la que inició el programa académico en el Cuarto Encuentro de Cocineras Tradicionales de Oaxaca.
Enfatizó que nuestra cocina es nuestra forma de vida y de preservar la vida, por eso llamó a recuperar la ruta gastronómica, “Oaxaca se mueve en torno a la cocina tradicional”.
Discurrió que, pese a los temas políticos, sociales o ideológicos, “no podemos dejar de comer”, y por eso, es tan importante la gastronomía.
Reconoció el papel de las mujeres, que dijo, han sido el eje esencial en torno al cual ha girado todo el papel gastronómico, lo vuelven un acto social en la familia y han sido fundamentales en la ciencia de transformar los frutos del campo hasta llegar a la mesa.
Señaló la importancia de la cocina mexicana, por ser “de convivencia, de comunidad, es patrimonio, es un bien heredado de los mayores y se debe guardar para las nuevas generaciones”.
Durante su breve discurso, fue enfática en subrayar la importancia de preservar la cocina tradicional, “que no se salva por sí misma”.
“Todo lo que comemos riquísimo es por las cocineras, porque lo han sabido preservar”.