Uno de los privilegios de estar en Oaxaca es vivir sus tradiciones y sabiduría ancestral, como la que se refleja en Puro Burro, donde encuentras la mejor coctelería que te puedas imaginar.
Se ubica en el Centro Histórico, en Allende 211. Sentado en su terraza puedes admirar la arquitectura colonial, el majestuoso templo de Santo Domingo de Guzmán y la magia de sus calles.
Lo que reina en este lugar son los cocteles, incluso podríamos decir que es el país de las bebidas auténticas.
Encuentras la mejor selección de destilados mexicanos, como raicilla, sotol, bacanora, whisky, ron y por supuesto, mezcal, del que tienen de diferentes estados del país y con una variedad extensa de magueyes de las diversas regiones del Estado.
A cargo de la barra está el bartender Javier Suárez, quien no sólo es súper creativo, sino se ha encargado de que los tragos sean auténticos. Prepara los jarabes, siropes y todo lo que lleva el coctel. Su propuesta es utilizar productos locales y 100 por ciento artesanales.
Reinterpreta los cocteles clásicos como la Paloma, la Margarita, Old Fashioned, Negroni, pero con la variación de productos de Oaxaca.
Su variante de la Paloma, por ejemplo: Lleva mezcal, pulque y un jarabe de toronja.
Uno de los cocteles estrella del lugar se llama Cenizas de Oaxaca, en el que utilizan mezcal cenizo de Durango y un jarabe de mole, para hacer este jarabe utilizaron 20 especies de diferentes chiles, del que hicieron una reducción después de molerlo y cocerlo, y al prepararlo le incluyen cenizas de copal.
Acá no sólo disfrutarás del talento de Javier en la barra, también podrás, si quieres, aprender un poquito de la historia de todas estas bebidas mexicanas.
Y si crees que los cocteles son espectaculares, espera a probar la comida. A cargo del chef Diego Ortiz tienen una propuesta suculenta, que va a tono con las bebidas. Productos oaxaqueños orgánicos y de mercado.
Entre las delicias que prepara están los tacos de camarón, memelas de pulpo, pambazos de chorizo y los bocadillos de flor de calabaza.
Los domingos tienen un menú “crudador” especial. Puro Burro abre de martes de domingo, de 15 a 22 horas, los domingos abren a la 1 de la tarde y cierran a las 9 de la noche.
Lo más agradable en Puro Burro es la pasión con la que se entregan cada uno de los que forman este proyecto, lo que se nota en cada bocado y cada trago.
Si eres de los que disfruta lo auténtico y no tienes miedo de ser sorprendido con propuestas creativas y deliciosas, debes visitarlos.
