Una playa casi virgen en la franja costera oaxaqueña es Agua Blanca, entre Puerto Escondido y Santa Cruz Huatulco.
Pertenece a Santa María Tonameca, municipio que también tiene las playas de Mazunte y San Agustinillo.
Se trata de un paraíso, que hace tan sólo 20 años era totalmente desconocido. Esta playa tiene la particularidad de que tiene algunas rocas, y al tener un oleaje fuerte, provoca que se formen pequeñas piscinas.
Ahí encuentras el restaurante Olguita, que justo cumple 16 años de ofrecer el servicio.
El lugar es increíble, si hablamos de gastronomía local. Cumple con dos virtudes: la primera es que sus productos son totalmente frescos, pescados ese día o la madrugada anterior.
Y es que, si bien los ostiones y mariscos son pescados esa misma mañana, las langostas las tienen que capturar por las noches.
La otra son la forma de preparar. Se trata de recetas caseras, tradicionales, de esas que se fueron transmitiendo por generaciones.
Olguita puede presumir de tener los mejores ostiones de la Costa, ya que, además de ser frescos, son de muy buen tamaño.
Los camarones ni se diga. Tienen una especialidad que le llaman 4 por 4. Te sirven los camarones preparados de distintas formas, como a la diabla, empanizados, al mojo, a la mantequilla, a la crema, cómo elijas. Lo acompañan de ensalada, arroz y papas.
Por cierto, la forma en la que preparan a la diabla es única, quizá es la especialidad que más piden, ya sea en camarones, filete, pulpa.
Su platillo estrella, sin duda es la piña rellena. Lleva camarón, pulpo, caracol, filete, cebolla, tomate, chile morrón, queso manchego y condimentos. Una vez preparado el relleno lo meten al horno. ¡Francamente exquisito!
De tomar, puedes pedir desde un coco, hasta agua de frutas naturales, naranjadas, limonadas, refrescos y cerveza.
El lugar te va a encantar. Definitivamente, uno de los más bellos lugares de Oaxaca.
Venir a Olguita es disfrutar con todos los sentidos. Una experiencia suprema. ¡Definitivamente un paraíso culinario!
