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Déjate apapachar en La Casa de la Abuela

En estos tiempos turbulentos a veces es necesario un apapacho, y qué mejor que ir a La Casa de la Abuela, donde siempre te reciben con los brazos abiertos y te hacen sentir mejor con esa comida cargada de nostalgia.

La Casa de la Abuela es de reciente creación. Nació hace cuatro años, pero conserva esas recetas auténticamente oaxaqueñas que se han transmitido en cada generación.

Se ubica en la calle Los Mártires número 4, casi a dos cuadras del Palacio Municipal de San Andrés Huayápam. Hugo Pacheco García, el dueño, nos contó que esta casona era de su abuelita Marian Bautista, una casa que ya estaba abandonada. Decidieron rescatarla y poner ese restaurante en su honor. Actualmente, su mamá, Agripina García es la actual abuela, la que lleva la batuta y la que supervisa todos los guisos.

Las tortillas son hechas a mano, al comal, y recién preparadas, tanto para acompañar los alimentos, como para preparar las enfrijoladas. Todo al instante.

Entre sus platillos estrellas están las guías con tasajo, que sirven con una tostada con asiento y queso, así como el caldo de gallina.

Casi tratan directamente con los productores, quienes les llevan productos criollos y de campo, para tener los insumos más frescos.

Las gallinas se las llevan de Ocotlán. Los domingos introducen otros platillos y siempre tratan de variar. Encontrarás, en ocasiones, barbacoa de chivo, chichilo o carnitas de cerdo.

Todos los días, los clásicos chilaquiles, que puedes pedir que te los acompañen con un trozo de tasajo asado, pollo, huevos estrellados o al comal.

Al inicio, te ofrecerán de tomar chocolate con agua o leche, café de olla o chocolate atole, que te servirán acompañado de pan de yema.

En cuanto a las bebidas frías, preparan agua con fruta, como naranja o maracuyá; por supuesto, al hablar de esta tierra, el tejate no puede faltar.

Justo en medio del patio hay dos grandes rositales, que entrelazan sus ramas entre sí, lo que da una buena sombre y una frescura natural.

Los muebles son rústicos, de madera. A la entrada están las cocineras, junto al comal, preparando todo. El ambiente es familiar, muy cálido.

En la tarde preparan también mojarra, camarones al mojo de ajo, a la diabla o empanizados, filetes de pescado, así como cocteles de camarón y pulpo.

El sabor es sorprendente. Auténtico. Definitivamente te lleva a otros tiempos, reactiva recuerdos y te abraza.

La Casa de la Abuela está abierta todos los días, desde las 8.30 de la mañana hasta las 6.30 de la tarde. Tienen servicio a domicilio a la zona norte de la ciudad, como Tutla o San Luis Beltrán si llamas al teléfono 951 351 1196.

En definitiva, La Casa de la Abuela es un lugar que debes visitar si necesitas esa paz y calidez que sólo la comida oaxaqueña te da.

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