Así la conocen, como la señora de la sal.
Todos los días, llega a la calle de García Vigil y Matamoros e instala su puesto.
Vende frutas, semillas y sal, ya sea sal de gusanito o de chapulín.
Como su sabor es auténtico, ya tiene buena fama.
Básicamente, otros vendedores de comida son los que llegan a comprarle, aunque también, tiene su cartera de clientes, ya que, quienes han probado sus productos, llegan a surtirse de la sal.
¿No la conoces? la puedes encontrar en esa esquina, en el centro de la ciudad y darle sabor a tus antojos.