Un alimento presente en la cultura mexicana desde los códices prehispánicos, con usos rituales, alimentarios y medicinales es el hongo silvestre.
Tiene un alto contenido en proteínas, ricos en minerales como hierro, calcio, fósforo, potasio y vitaminas del complejo B y C, además de ser bajos en calorías, carbohidratos y grasas.
Algunas especies tienen propiedades medicinales, con excelente capacidad de estimular el sistema inmunitario.
Hablar de hongos es hablar de diversidad y México es centro prolífico de este tipo de especies.
Se estima que en el país existen cerca de 200 mil especies de hongos, pero solo alrededor de ocho mil son comestibles, según estudios realizados por antropólogos, biólogos y micólogos, entre otros expertos en el tema.
En San Antonio Cuajimoloyas, los pobladores se dedican principalmente a la recolección de hongos, además de la siembra.
Ya sea que se coma en tacos, quesadilla, sopa o guisados con epazote, los hongos son manjares comestibles que regala la tierra.
En esta población, como en otras de la entidad, aún cultivan el maíz de diferentes tipos, por lo que las tortillas, son de colores.
Un taco de hongos silvestres, se convierte en uno de los alimentos más nutritivos de los mexicanos. ¡Un manjar que se conserva hasta nuestros días!
