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Nieves La Glorieta | Nieves Pepe, el rico postre oaxaqueño

Las nieves oaxaqueñas están entrelazadas con las tradiciones religiosas

Leche con tuna y sorbete, sin duda, los sabores favoritos por los oaxaqueños. Ir a La Glorieta o Nieves Pepe, en el jardín Sócrates, es una de las opciones preferidas.

La propietaria, la señora Amalia Carmen Velasco Armengol, quien tiene 57 años en el negocio familiar, cuenta la historia de esta rica tradición oaxaqueña.

Recuerda que las nieves en Oaxaca datan de la época de Juárez, “el hielo venía de la Sierra Juárez, un pueblo llamado La Nevería porque ahí lo fabricaban. Llenaban los pozos de agua y ésta se congelaba, después se sacaban los bloques y los enrollaban en petates que posteriormente eran trasportados en burros, así llegaban los hielos a Oaxaca, según lo que mi madre me contaba”.

“Actualmente preparamos la nieve desde nuestra casa. Nos paramos muy temprano a las seis de la mañana para empezar a coser algunos ingredientes, a las 9 ya tenemos todo preparado y entre las 10 y 11 ya estamos en el puesto”, dijo al agregar que abren todos los días del año y cierran alrededor de las 21 horas.

“La sal es muy importante porque va endureciendo la nieve y usamos palitas especiales para irla despegando una vez que ésta se empieza a volver dura”.

La nevería La Glorieta la han visitado diversas personalidades para probar las exquisitas variedades, “han venido muchos artistas, políticos de todo tipo, hasta presidentes como López Portillo y Salinas de Gortari, gobernadores como Eliseo Jiménez y recientemente el político Moreno Valle”

Son más de 20 sabores tradicionales, como mango, guanábana, tamarindo, maracuyá, nanche, melón, carambola, durazno, tuna, chicozapote, membrillo, tejate, mandarina, naranja, chamoy, sorbete, leche quemada, zapote negro, mamey, ralladura de limón y beso de ángel.

Ese postre está íntimamente ligado a la Iglesia Católica, ya que se volvió importante en las tradiciones religiosas, “anteriormente, cuando estábamos en la Alameda se acostumbraba que los padrinos ofrecieran nieve de leche quemada con tuna cuando venían a confirmar a sus hijos, venían incluso de pueblos cercanos como Tlacolula, Ocotlan, Zaachila y Etla; en tanto que los padrinos de bautizo, invitaban la nieve de sorbete.

Así, este postre también tiene su misticismo en la cultura oaxaqueña.

 

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