Oaxaca perdió su colorido al saber de la muerte de su gran artista plástico: Francisco Toledo, quien falleció en el seno familiar.
Minutos después de que la familia confirmara la muerte, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador escribió en su cuenta de twitter: “El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en Paz.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, también escribió: “Oaxaca está de luto por la pérdida de un artista universal: Francisco Toledo. Nos deja como legado su magnífica obra, su pasión por nuestro estado y su espléndida calidad humana. QEPD”.
Su paso era como la semilla de maíz, la de calabaza, la de chile y de frijol de la milpa más bella que nadie haya creado. Rayones, dibujo excelso, chango murciélago elefante chapulín. El zapoteco se oyó en coros que lo inventaron todo con ese canto tuyo Francisco Toledo, escribió Alejandra Frausto, la titular de la Secretaría de Cultura.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) lo consideraba el artista vivo más importante de México, quien durante décadas fue el corazón de Oaxaca al encabezar luchas por la defensa del patrimonio. Edificios históricos, legado cultural, la defensa de la tierra y el territorio, las lenguas indígenas, del maíz orgánico e incluso de la libertad de expresión.
Francisco Benjamín López Toledo, nació en el municipio de Juchitán de Zaragoza en 1940.
Su obra inicia en Oaxaca, donde llegó a estudiar a los 12 años, y en su tramo final, tras largos periodos en el extranjero, regresó a su punto de partida.
Desde muy pequeño demostró una especial habilidad para el dibujo, y su padre alentó esa temprana tendencia al ceder a sus colores las paredes de la casa. Su abuelo Benjamín, zapatero de Ixtepec, multiplicó su imaginación con salidas campestres en busca de resina vegetal, perladas de relatos populares en los que los seres fantásticos se entremezclaban con todo tipo de animales y personajes legendarios.
A los 11 cursó la secundaria en la capital oaxaqueña, después, en el Distrito Federal, tomó un taller en la Escuela de Diseños y Artesanías, expuso sus primeros grabados en el taller oaxaqueño de Arturo García Bustos. Con 19 años, sus obras se vieron en México y en Fort Worth (Texas).
Entre 1960 y 1965, vivió becado en París para estudiar y trabajar en el taller de grabado de Stanley Hayter. A los tres años de estar en Europa presentó su primera muestra en una galería parisiense; un año más tarde en Toulouse, en la Tate Gallery de Londres y en Nueva York.
Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente, por abarcar técnicas como el grabado, el dibujo, el óleo y la escultura.
En defensa de Oaxaca puso en pie una activa red de centros culturales y medioambientales desde los que difunde el arte entre los jóvenes y da apoyo a las causas que considera justas.
Sus cuadros, cercanos en el tratamiento del color a los de su mentor artístico, Rufino Tamayo (Oaxaca, 1899-Ciudad de México, 1991), combinan influencias occidentales –Goya y Picasso, Klee y Hogarth– con formas antiguas e indescifrables, fraguadas en los valles del sur de México.
En 1972 Francisco Toledo impidió la venta del inmueble del ex convento de Santa Catalina de Siena a la cadena de Hoteles Presidente y se declaró como Inmueble del Tesoro Nacional, aunque tiempo después se convirtió en el actual Hotel Quinta Real.
El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) fue fundado en 1988 para difundir y exhibir el arte gráfico oaxaqueño y la colección gráfica de Toledo; actualmente es un espacio multidisciplinario y una biblioteca con un amplio acervo cultural y humanístico.
El Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) fue fundado por el artista plástico juchiteco en 1992; en 2013 Toledo terminó su relación con el museo por problemas con los administradores y la condición del inmueble.
El Jardín Etnobotánico de Oaxaca fue una iniciativa propuesta por Toledo y Pro-Oax, en 1993 retiraron el servicio de la Secretaría de la Defensa Nacional y fundaron este espacio de 2.3 hectáreas de plantas originarias del estado.
En 1994 Francisco Toledo tuvo la iniciativa para rescatar el acervo bibliográfico universitario que ahora conocemos como la Biblioteca de Burgoa. fue hasta 1996 cuando se fundó en las salas del ex convento de Santo Domingo de Guzmán, hoy Centro Cultural Santo Domingo.
El Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMB) fue fundado por el pintor el 17 de septiembre de 1996, el reconocimiento de la trayectoria del fotógrafo oaxaqueño hacen a este espacio un centro para difundir la fotografía y la producción local, además de realizar exposiciones, conferencias y talleres de esta disciplina.
En 1997 inició las actividades de la Fonoteca Eduardo Mata, una acervo con seis mil volúmenes de CD’s, cintas grabadas, libros, revistas, catálogos y partituras musicales; el material fonográfico y documental puede consultarse en el IAGO de avenida Juárez (número 203).
El Cinema el Pochote fue fundado en 1992 en el IAGO, pero el espacio que todos recuerdan fue inaugurado en septiembre de 1998 en la calle de García Vigil número 817, durante años la cineteca estuvo albergada en el CFMAB y en el MACO, después de dos décadas el inmueble dejó de ocuparse, y ahora se alberga en el IAGO de avenida Juárez.
En 2006 Toledo concluye la gestión de sus instituciones para continuar con la gestión de los proyectos conjuntos, su último logro fue el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), una ex fábrica de textiles convertido en un espacio de exposiciones, talleres artísticos y más actividades gratuitas.
En 2012 Pro-Oax se opone al distribuidor vial construido en el Periférico y la avenidad Universidad.
En 2014 vende al IAGO por un peso al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
En 2015 Pro Oax se opone al proyecto para construir el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca en las faldas del Cerro del Fortín.
Actualmente sus obras se encuentran rotando por el mundo, poniendo en alto su visión creativa en las artes plásticas mexicanas.
En una entrevista que le realizó el periodista Jan Martínez Ahrens en la que le preguntó si había cometido errores, el pintor contestó: “A veces pienso que he perdido mucho al meterme en problemas que me han quitado tiempo de pintor. Tamayo siempre me decía: “Usted no se meta, usted es pintor, no va a sacar nada de eso”. Y nunca lo escuché. Ese sería un error. No escuchar la voz de la experiencia que me aconsejaba quedarme en la pintura.”