♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
El fuego del asador es lo primero que te llama la atención. El chef Rigo prepara el pescado zarandeado, emblemático de The Fissh.
“La frescura de los productos y el fuego del asador son lo que hace la diferencia”, explica mientras muestra cómo un guachinango de tres kilos es perfectamente sellado al fuego, acompañado de tentáculos de pulpo y camarones.
Lo que realmente hace especial a este lugar es el toque único de sus preparaciones.
El pescado se dora lentamente mientras el chef le aplica un adobo que, por lo que dicen, es uno de los secretos de la casa: Lleva chapulín y eso le da un sabor auténtico. Es el tipo de detalles que le dan un sabor memorable.
El chef vigila el asado y tiene ojo para los tentáculos de pulpo y camarones que están a su lado. Estos mariscos acompañan el pescado. como si el mar mismo llegara directo al plato, con el toque inconfundible de las costas de Oaxaca.
Este tipo de frescura es lo que distingue a The Fissh, un lugar que se ganó fama por lo delicioso de sus platillos y la calidad de sus ingredientes.
Aquí todo es fresco: desde los mariscos hasta las verduras, todo llega directo y lo preparan con un amor que se saborea.
El restaurante, ubicado en la calzada Porfirio Díaz, en la colonia Reforma, es un espacio donde te puedes sentir cómodo, ya sea en el restaurante formal, disfrutando de platos como aguachile o ceviche, o en el área más relajada de botanero.
Este último es ideal para esos días en los que quieres algo más casual, un buen marisco fresco acompañado de una cerveza, y listo. En este espacio se respira una vibra muy familiar, con un área de juegos para los niños y un ambiente cómodo para pasar un buen rato.
“Aquí todo lo hacemos con amor”, dice mientras cocina el pescado, ya casi listo para servir. Y no es una frase bonita, es algo que se siente al probar los platillos. Cada pieza de marisco que sale de la cocina tiene ese toque especial que solo los chefs dedicados logran capturar.
Gusta de este lugar la atmósfera que se crea. Un sitio donde puedes disfrutar con familia, amigos o incluso solo, sin perder el toque personal de un lugar que se preocupa por lo que sirve. El espacio es acogedor, y te invita a quedarte, disfrutar y relajarte.
Al final, The Fissh es lo que comes y cómo te hace sentir. “Tienen que venir para que prueben todas estas delicias. Nuestros productos frescos son lo que nos caracteriza”. Y vaya que es cierto: frescura, calidad y un toque único que hacen de este restaurante una parada obligada para los amantes de los mariscos.