♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Un homenaje a la gastronomía oaxaqueña, en especial a la tradición chinanteca, se puede saborear en el restaurante El Chapulín. Tienen en su menú el emblemático caldo de piedra.
Ubicado en la calle Hidalgo 507 B, En una terraza acogedora, a tan solo cuadra y media del zócalo, los comensales pueden disfrutar de esta experiencia única.
El chef Marco Antonio Martínez Victoriano nos comparte secretos detrás del famoso caldo de piedra, un platillo ancestral proveniente del pueblo de San Antonio del Barrio Usila Tuxtepec, de donde es originario.
Pareciera sencillo, pero el proceso de elaboración es todo un ritual: las piedras se calientan al fuego de leña hasta alcanzar altas temperaturas, luego se sumergen en una mezcla exquisita de mariscos, camarón, pescado, tomate, cebolla y cilantro. El resultado es un sabor incomparable, enriquecido por los minerales que las piedras liberan durante la cocción.
«El caldo de piedra es una forma de honrar a las mujeres de la comunidad, ya que son los caballeros quienes tienen el honor de prepararlo”.
Además del caldo de piedra, El Chapulín ofrece una amplia variedad de platillos que reflejan la diversidad y riqueza de la cocina oaxaqueña. Desde garnachas istmeñas hasta enchiladas de mole negro. Y para acompañar estas delicias, la mixología de la casa, basada en el mezcal, brinda una experiencia sensorial completa.
El caldo de piedra de El Chapulín es un símbolo de la conexión profunda entre la gastronomía y la identidad cultural de Oaxaca, un vínculo que se fortalece en cada visita al restaurante.
Descubre por qué este platillo es el orgullo de la casa y una parada obligatoria para los amantes de la buena comida y la autenticidad oaxaqueña.
