♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Orgullosa de su natal Cuajimoloyas, en la Sierra Norte de Oaxaca, Marta Contreras comparte con el mundo su apasionado vínculo con los hongos silvestres y la cocina tradicional oaxaqueña. En una entrañable entrevista, Marta reveló la magia que siente al adentrarse en el bosque en busca de estos tesoros naturales.
«La relación que yo tengo con los hongos es muy bonita, porque con solo ir al bosque sé que los voy a encontrar. Es algo indescriptible porque no lo podría explicar, es algo muy bonito, es algo mágico tener esa relación con el bosque, con los hongos», confió al revelar su profundo respeto por la naturaleza.
Marta se ha convertido en una destacada cocinera tradicional de la región, conocida por su habilidad para transformar los hongos silvestres en deliciosos platillos que representan la auténtica esencia de la gastronomía oaxaqueña. Su restaurante, «Manos Oaxaqueñas,» es un rincón donde se puede disfrutar de esta experiencia única.
La pasión de Marta por la cocina se hereda de su familia. Aprendió de su abuela paterna, quien era una recolectora de hongos. Marta recuerda: «A la edad de 8 años recuerdo cuando mi mamá nos ponía a hacer lo que eran las salsas. Guisé la salsa de papa y le agregué los hongos secos, es la primera comida que recuerdo haber hecho sola».
A los 22 años, Marta enfrentó un reto culinario extraordinario. Cocinó para 700 personas en su comunidad, en el que cocinó chichilo.
“Para mí el cocinar es poder compartir lo que sé hacer con amor. Cuando me dicen que salió rico les respondo que lo hice con amor y con todo el deseo de compartir con las personas lo que nosotros comemos, para mí cocinar es compartir”, reitera
La autoridad municipal la invita, al igual que a otras cocineras, a presentar un platillo tradicional. Asistió Celia Florián y el antropólogo Julio César Flores.
Este evento marcó un punto de inflexión en su carrera, y su receta del amarillo de papa y las tortillas de papa se registraron en la revista México Desconocido.
Al poco tiempo, recibe la llamada de Celia Florián y participa en el Segundo Encuentro de Cocineras tradicionales, que la lleva a ser parte de un libro donde se comparten recetas de mujeres de todas las regiones de Oaxaca. El legado que compartió fue la receta del amarillo, del te de poleo y las tortitas de papa.
“Me decía mi mamá haz lo que más te gusta y te va a salir bien, entonces ahora veo que he logrado lo que quise gracias a Dios, poder convivir con muchas personas a través de la cocina”, agregó.
Marta ha sido embajadora de la cocina tradicional de Cuajimoloyas en diversos encuentros gastronómicos representando a Oaxaca y su comunidad. Ha viajado a Arteaga, Coahuila, Acapulco, Monterrey y la Ciudad de México.
Destaca que, gracias a la cocina, ha conocido a personas de otros países que le cuentan cómo es su cultura, mientras que ella, les comparte lo que es la cocina de Cuajimoloyas.
Además de su talento culinario, Marta es una defensora de la naturaleza y la preservación de los hongos silvestres. Le gustaría que la recuerden a través de un hongo.
«Me gustaría que me recuerden a través de un hongo, como les digo a las personas cuando las llevo al bosque les enseño respecto a la naturaleza. Me dicen: cada vez que vaya al bosque y vea un hongo, me voy a acordar de ti», comparte Marta, subrayando la importancia de la conciencia ambiental, “van a ver el hongo, pero también van a recordar el hongo, que antes atravesó muchos obstáculos para poder nacer, entonces así: con un hongo”.
Marta Contreras Luna es un verdadero tesoro de Cuajimoloyas, y su dedicación a la cocina tradicional y la conservación de la naturaleza la convierte en una inspiración para todos. Su legado perdurará a través de la magia de los hongos y el amor con el que comparte su arte culinario con el mundo.
