Llegan momentos en que quisieras escapar de lo cotidiano, irte a respirar aire puro, estar en contacto con la naturaleza.
Y por lo visto, aún se tendrá que esperar que concluya la anhelada carretera a la Costa, con la que se pretende se haga menos tiempo para disfrutar de sus playas y comida.
Lo increíble de Oaxaca, es que existen lugares donde puedes disfrutar sin tener que viajar tanto. A sólo 20 minutos de la capital oaxaqueña está el restaurante Las Mojarritas, a la orilla de la presa La Azucena.
Al salir de la ciudad tomas la carretera 175, rumbo al Tule, pero al llegar al Monumento a Benito Juárez, te desvías con dirección a Ixtlán, un poco más de cuatro kilómetros después (seis minutos) está la entrada, encontrarás el letrero que dice Las Mojarritas.
Sólo avanzas un poco y entras. Tienen estacionamiento si vas en vehículo particular, otra opción es ir en colectivo y les pides que te bajen en la entrada, sólo tendrás que caminar un poco.
Cuando llegues ni creerás que este lugar tan hermoso está tan cerca de Oaxaca. Rodeado de montañas y árboles. En el lugar crían patos y gansos. Hay caballos y ponys por si quieres ir a dar una vuelta alrededor de la presa, también tienen lanchas, de motor, de pedal y de remo.
Si llegas temprano puedes saborear desayunos tradicionales, un chocolate caliente, memelitas mixtecas, salsa de queso, tetelas o enchiladas.
Su cocina de mar está sensacional, desde las especialidades como los camarones rellenos, el aguachile negro, la piña rellena o pulpo zarandeado.
El menú es bastante versátil, tienen cortes de carne o incluso una hamburguesa o una tlayuda.
Definitivamente es el sitio ideal para recargarte de energías positivas, puedes llegar de lunes a domingo, no importa el día, cualquiera es bueno para disfrutar de su exquisita cocina y saborear de un lugar espectacular.