Nos dimos una enchilada bien sabrosa en Birriería Joya, el restaurante de comida jalisciense en Oaxaca.
Una tradición bien picante de Jalisco, prácticamente, ir a Guadalajara es sinónimo de disfrutar esta maravilla culinaria.
Uno de los secretos es el pan, usan el birote, el único que no se deshace al meterlo en salsa caliente.
Una leyenda es la que explica su origen. Se dice que, a principios del siglo pasado, un campesino llegó a su casa con tanta hambre que tomó lo primero que encontró, un birote, carnitas y salsa roja. Se preparó el platillo que, para su sorpresa, resultó un manjar.
Otra versión lo atribuye al puesto de José y su bicicleta, donde originalmente se bañaban los tacos, después, con las toras empezó a hacer lo mismo.
La característica de este platillo es el birote salado relleno de carnitas, con cebolla, limón y bañada en salsa de tomate y el chile más picante. Una mezcla de sabores bastante adictiva.
Aunque la receta original indica que las tortas ahogadas son de carnitas, en la actualidad son varias las especialidades, en Birriería Joya tienen la clásica de maciza, también tienen de buche, de lengua, de cueritos y surtida.
Platicamos con el encargado, quien nos contó que, para comer una torta ahogada, sólo la debes tomarla con tus dedos y a darle, sólo con el cuidado de no salpicarte con la salsa.
Nos contó que, los que vienen de visitar de Jalisco incluso la meten a la bolsita, la apachurran y casi casi se la comen como si fuera un bolis.
Acá te pasan un cubierto, ya que, por regla general, a los oaxaqueños nos es más fácil comerlo así.
Su especialidad de mar, en Birriería Joya, es con camarones, cortados finamente en cuadritos en un guisado bastante sabroso.
Nosotros fuimos a la sucursal Reforma, que se ubica en la calle Manuel Ruiz 215, tienen otra en Avenida Universidad 106. En ambas, tienen, al centro, una mesa donde encontrarás los complementos para prepararla a tu gusto.
Nos recomendaron que lo primero que se le pone es la cebolla desflemada que está preparada con orégano, aunque también le puedes poner cebolla morada.
Después viene la salsa, tienen salsa picante y la extra picante, para los mexicanos de corazón.
Al final, le pones la salsa de tomate, que la mantienen calientita, y por último, le exprimes limón.
Si la carne no es lo tuyo, en Birriería Joya tienen una opción vegetariana, con queso panela, para que no te quedes con el antojo.
Nosotros pedimos tres: la clásica de maciza, la de mar con camarones y la de queso panela.
Le pusimos salsa extra picosa ¡Y vaya que pica!, aunque nos hizo sudar no podíamos dejar de comerlas.
Muy ricas, la verdad es una experiencia a la que ya le pusimos fecha para repetir.