La cultura culinaria de Oaxaca no deja de impresionarnos.
Se teje alrededor de la fauna y vegetación de cada región, logrando platillos realmente asombrosos.
Lo común es consumir pollo, res, cerdo, pescado y algunos productos del mar; sin embargo, siempre te podrán sorprender con otras especies o animales exóticos con las que replican recetas exquisitas.
Los chapulines son el ejemplo más conocido, incluso se dice que, si eres turista o visitante de otro lugar, si lo comes, es señal de que regresarás a Oaxaca.
O la iguana, que se consume especialmente en la Costa o en el Istmo, que suelen prepararlo en estofado, tamales, barbacoa, caldos y a la que le atribuyen propiedades medicinales y afrodisiacas.
Asistimos a una comida degustación de animales exóticos a Mi Tierra Linda, en Zimatlán, donde la chef Wendy nos sorprendió con varios platillos.
Lo interesante de esta experiencia, una comida de cinco tiempos, es que te van pasando los platillos y vas degustando cada uno. Disfrutas sus olores, texturas y sabores.
Sólo al final, la chef se acercará a tu mesa y te dirá qué es lo que comiste.
Es una buena estrategia, porque muchos, con seguridad, de saber qué es lo que van a comer, se sugestionarán, creerán que sabrá feo o raro y no se animarán a vivir esta experiencia.
Así pues, hasta después supimos que el ceviche era de venado. Comimos tacos de chachalaca, un amarillo de iguana, un chile relleno de lagarto y una tostada de víbora.
Esta degustación cuesta dos mil 800 pesos, incluye postre y dos bebidas.
Tienen otra opción que es con insectos, cuesta mil pesos y podrás comer chicatanas, alacranes, cucarachas, gusanos y otros. Se hace una reservación con el 50 por ciento de anticipo.
Una experiencia que debes vivir al menos una vez en tu vida. Saborear los animales exóticos debe quedar en tu anecdotario.
