México al frente, antes que todo, “quiero que me recuerden como una persona que echó ganas, que le gusta poner a su país en alto, el decir sí se puede, creer en mi país y en nuestra gente”.
Mario Alberto Medina Cordero entra al mundo de la cocina desde muy chico, “siempre me gustó la cocina, pero empecé por necesidad”.
Tremendo, así se define como estudiante, un adolescente inquieto al que una maestra le recomendó que mejor se dedicara a otra cosa, “mi papá sufrió un accidente y me aconsejó dejar la escuela, empezar a trabajar”.
Es así que, con 15 años de edad, decide cruzar la frontera por el desierto de Arizona, en 1994. “Mi primera experiencia en los campos de cultivo de fresa, en California. Soy daltónico, así que no duré nada”.
En San Diego consigue empleo como lava loza en un restaurante. Ahí inicia su historia el mundo gastronómico.
APROVECHAR OPORTUNIDADES
Su trabajo incondicional en el restaurante, le dio la oportunidad de ascenso. Su primera tarea: preparar ensalada, y así, aprovechó cada ocasión para escalar puestos.
Trabajar en varios restaurantes con grandes chefs, le ayudó a aprender técnicas y experiencia. No desaprovechó ningún consejo. Su primera gran oportunidad fue cuando se quedó a cargo de Chateu La Jolla, uno de los más reconocidos restaurantes de Estados Unidos.
Es ahí donde estudia carrera en el Culinary Art School; en 2015 lo nombran chef ejecutivo en el afamado restaurante Bernini’s Bistro de la Jolla, el primer mexicano en conseguirlo.
A la par, empieza a participar en concursos de renombre internacional, donde gana varios premios. Costilla de res en vino tinto con una salsa de mezcal, mora azul y zanahorias, un platillo que lleva 24 horas de elaboración, es uno de sus platillos estrella, “con ese gané diferentes premios en distintos festivales”.
Ganar el Travel Channel Food Network, en San Diego Bacon Fest fue muy emotivo, siempre quiso participar, pero su situación migratoria ilegal se lo impedía.
“Un premio que gané en Chula Vista Harbor Fest, eran varios restaurantes y muchos chefs reconocidos, la mayoría llevaba taquitos, ceviches y yo llegué con una crema de cangrejo con flor de calabaza, con unas gotas de aceite chiltepil y un espumoso de crema de rancho.
“Todo mundo me tiró de loco, porque eran las 12 del día y yo llevaba un platillo caliente. Eran 400 invitados, 350 votaron por mí y los otros 50 por los otros restaurantes, fue algo muy emotivo”.
Sin embargo, asegura que el reconocimiento más hermoso es el que le da su familia, “su cariño me motiva a seguir adelante”
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Si habláramos de los premios que ha recibido el chef Mario Medina a lo largo de su carrera, no sabríamos elegir cuál es el más relevante: Chula Vista Harbor Fes, en 2013; Chef Roll Iron Fest La Jolla Cooking Girl, en 2014; Latin Food Fest Best dish of the fest, en 2014; Chef of the month Chef Work, en 2014; Expo Milano World Recipe, en 2015 y Sabor Showdown with Lincoln Motors, en 2015
Ganó en 2016 el Chula Vista Harbor Fest Taco & Spirit Revolution; Chef of the Year Chef the Cuisine y Latin Food Fest, Chef of the Fest, San Diego Bacon Fest, Travel Channel Food Network, en 2017; Tortilla ward, Tequila Cazadores, UABC chef rompiendo fronteras y Medalla caso de éxito, Gobierno de México 6to Foro Gastronómico en 2018, y Festival del pescado y marisco en 2019.
Suma 33 por su trabajo en el arte gastronómico. El más reciente es el homenaje que recibió en Oaxaca, en el marco del Festival del Mole 2021, en el que participaron chef de toda la república y cocineras tradicionales de todas las regiones de Oaxaca.
“De todos los premios que he recibido, yo pienso que el más emotivo, el que más me sorprendió es el que recibí ahora en Oaxaca, junto a la maestra cocinera Abigail Mendoza y la maestra cocinera Carina Santiago, fue emotivo estar en su tierra y ser homenajeado aquí con ellas fue algo inolvidable en mi carrera, Oaxaca se lleva gran parte de mi corazón”.
RECOMENZAR DE CERO
Su vida amorosa le puso el primer gran traspié, “vivía con mi primer amor y la deportan en 2007, en el 2013 me acusan de ayudarla a reingresar de forma ilegal y en el 2018 decido volver a México”.
A ese primer tropiezo, vendría uno mayor. Una persona, en la que confiaba ciegamente le quita lo ahorrado, así que debe empezar de nuevo, “si lo hice una vez, sé que podré de nuevo”.
Como lo ha demostrado en toda su vida, es especialista en sortear obstáculos y en cumplir sus sueños, “para mí la cocina es amor, es pasión, es disfrutar lo que más haces, es adrenalina, es dar lo que tú haces con mucho cariño.
Actualmente está a cargo de cuatro centros de consumo, entre los que destacan Las Rocas Resort y Úrsula, Cocina de Autor; también es chef corporativo en el Rosarito y en el Valle de Guadalupe.
Su experiencia y el amor a los suyos, lo ha llevado a ayudar a distintas fundaciones, como Taste of the Cove, La Jolla Art and Wine Festival, Latin Food Festival, San Diego Food, Bank Chefs Gala, Cooking for Cancer, Make-A-Wish Foundation y Mama’s Kitchen.
“El poder ayudar a la gente, el poder donar a las organizaciones sin fines de lucro (…) la gente ha de pensar porqué hace tanto evento, lo hago por sentirme bien de poderle hacerle el bien a la gente, no voy a cambiar el mundo, pero voy a poner mi granito de arena para ayudar a la comunidad”.
Reconocido en todo el mundo, sabe que se pueden cumplir los sueños. “Échenle ganas, nunca se rindan, piensen en que sí se puede, nunca se queden pensando en el qué hubiera pasado, siempre den lo mejor de sí”, aconseja a todos los que sueñan con dedicarse a la gastronomía.
“Quiero que me recuerden como una persona que le gustaba emprender, echarle ganas, luchar, quiero que todos estemos en el siguiente nivel, para mí, mi país tiene todo para estar entre los mejores del mundo”.