El semáforo naranja. Un primer paso para volver a la normalidad.
Los restaurantes ya pueden abrir. Esperaron con ansias este día, han trabajado para tener todo listo, limpio a más no poder.
No todos lograron resistir. Se debía pagar renta, luz, servicios. Cerraron. Tuvieron que decir adiós a su esfuerzo de años, a sus ilusiones.
Recorrimos la ciudad de Oaxaca y es una tristeza ver esos letreros de “Se renta” donde antes se comía tan rico.
Por ahora, las medidas preventivas limitan el aforo al 30 por ciento, en espacios al aire libre el 40 por ciento.
Los que ya abrieron, también estrenan nuevas medidas.
Desinfectar es la pieza clave, los restauranteros están tomando todas las medidas necesarias, limpieza y desinfección de todo lo que entra, insumos, proveedores, dinero.
Se colocaron filtros sanitarios para detectar síntomas y tomar temperatura.
Las mesas están separadas o en zigzag, no se podrán juntar, así que olvídense, por ahora, de grupos numerosos.
Los menús solo se podrán mostrar por medio de pizarrones y carteles, algunos implementaron el código QR para que el comensal lo mire desde su teléfono.
Se cambiarán manteles y servilletas después de cada servicio. Se limpia con espero la mesa y todos los utensilios.
Sólo ventilación natural. No se podrá poner música para evitar que los comensales tengan que alzar la voz para escuchar, está estrictamente prohibido fumar en todas las áreas, aún en las destinadas para este fin.
Entramos a fisgonear, las parrillas están impecables, hasta parecen nuevas. Casi podemos garantizar que estarás más seguro si los visitas, porque sus medidas higiénicas son impecables.
Sólo hay que preocuparse por llevar a quien más amas. Entrar al mundo que añoraste por semanas.
Regresemos a todos esos restaurantes que nos hacen comer tan rico, a saborear la vida y todo lo que la tierra nos da. ¡Tenemos tanto qué agradecer!
Confiamos que, poco a poco, todos los restaurantes comiencen a operar, y con tu apoyo, salir adelante. Tenemos que reactivar la economía.
Esperemos que esos restauranteros que aún no se deciden a abrir, se animen pronto. Confiamos en que saldremos bien librados de esta batalla.
Tenemos que estar todos unidos, porque si de algo estamos seguros, es que estaremos más fortalecidos, nos demostraremos que los oaxaqueños siempre salimos adelante.
¡Les deseamos todo el éxito del mundo a todos!
