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Noemí López Hernández, heredera orgullosa de la cocina tradicional

La cocina es corazón (…) no te podría explicar todo lo que siento cuando se cocina, porque si haces tus cosas, cocinas con ganas, con alegría, te sale todo

Tuvimos la oportunidad de platicar con Noemí López Hernández, cocinera tradicional de Matadamas, Soledad, Etla.

La joven cocinera, fue galardonada con el título de Maestra cocinera, en el pasado Tercer Encuentro de Cocineras de Oaxaca, luego de participar con un pipián de nopal en el concurso de platillo de salvaguarda, cuyo objetivo, es preservar el legado culinario de nuestro estado.

Al hablar sobre el platillo que le dio el título de maestra cocinera, nos detalló que el pipián de nopales se acostumbra preparar como trueque, ya que es un platillo que se guisa en su pueblo.

“Porque en mi casa tengo nopalitos. Iban y le decían a mi suegra: ‘quiero nopalitos’, pero nunca los ha cobrado, porque le llevaban calabazas o elotes y de esa misma calabaza sale la semilla con el que lo preparé”.

Dar tequio, es una costumbre muy arraigada en las comunidades oaxaqueñas, donde cada familia, regala algo para alguna festividad o en el marco de alguna tradición.

Noemí nos platicó que cocina desde chiquita, pues en su pueblo, prefieren preparar la cocina, por lo que, desde la más tierna infancia, sus mamás y sus abuelas, les transmiten sus enseñanzas culinarias.

Una de las preocupaciones en su comunidad, es que, al casarse, no saben cocinar, por eso son instruidas desde niñas, “no cultivamos ese don de hacer la comida”.

“Nuestras abuelas nos han dado recetas tremendas”, refirió emocionada, al ser sabedora de la herencia gastronómica que posee.

Su mamá es, quien primero, le enseñó las primeras lecciones de cocina. Al casarse, su suegra también le compartió sus conocimientos.

Nos compartió que el primer platillo que guisó fue un mole de olla. Un guiso muy completo, que lleva elote, calabacitas, chile guajillo, ejote, chayote, papa.

Su platillo favorito, es la barbacoa, aunque se siente muy orgullosa de cómo le queda su mole.

Noemí nos confesó una anécdota de cuando empezaba a cocinar, ya que se le quemó un platillo. “Cuando uno va aprendiendo quema uno las cosas, también, pues, se le va”.

Detalló que su mamá le pidió que se fijara del guiso. Se trataba de un pollo enchilado, mismo que hay que estar revolviendo, porque el pollo se fríe y se le avienta el chile. Olvidó darle la vista y se le quemó.

Para Noemí, la cocina significa herencia, “es corazón, no te podría explicar todo lo que siento cuando se cocina, porque si haces tus cosas, cocinas con ganas, con alegría, te sale todo”.

Nos confió que su mejor experiencia como cocinera es que su gente disfrute lo que cocina, “al ver a la gente cómo prueba los tacos, o me dicen: sabe a boda, sabe a exótico. Tengo muchas experiencias que me han dado muchas, que hasta ganas de escribirlo en mi chivo que tengo enfrente (…) porque son cosas que me dicen las personas, me siento feliz, me siento orgullosa de lo que cocino. Me siento orgullosa de que a la gente le guste lo que cocino”.

Sin duda, conocer la comida Noemí López Hernández, en Matadamas, Soledad, Etla, es probar la esencia de Oaxaca.

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