¿A quién no se le antoja una bebida exótica, calientita y rica en estas tardes de lluvia?
Me quedé de ver con un amigo de toda la vida para ir a tomar un café mientras charlábamos. Me preguntó de algo céntrico y me decidí por uno que a simple vista se veía bastante coqueto, en avenida de la Independencia 1203, Centro, Oaxaca.
Luego de leer la carta pedí el chocolate que lleva el nombre de la cafetería, Rústiko, que cuesta 38 pesos.
Resultó ser un chocolate con bombones cubiertos de chocolate y tras servírtelo le pasan fuego. ¡Realmente majestuoso!
No me equivoqué. A todos aquellos que les encanta el dulce, pero que no raye en lo empalagoso, sino para saborearlo, es una opción excelente.