Don Juanito Huayapam, un restaurante de cocina oaxaqueña tradicional, decoración colonial y un ambiente familiar a las afueras de la ciudad, en el paraje Cruz Teate, a 200 metros de las presas de Huayápam.
Con un amplio estacionamiento y área de juegos infantiles, abren de martes a domingo de 9 de la mañana a 19 horas, con precios que van desde los 150 a 250 pesos.
El nuevo restaurante es increíblemente espacioso con una excelente disposición de las mesas que permiten mantener una conversación para negocios o reuniones de amigos.
Don Juanito Huayapan ha renovado su oferta gastronómica, basada en creaciones de cocina tradicionales, en un ambiente nostálgico que guarda un atractivo visual a los clientes al dar esa sensación de confort y tranquilidad
Si el local está lleno de calidez visual, la carta reserva sorpresas para el paladar. Desde el tradicional pozole y tacos al vapor, hasta cocina oaxaqueña, como garnachas, memelas, chapulines y tostadas para entrada.
Como sopa ofrecen la típica sopa azteca, de frijol, milpa, xóchitl, guías, pollo, crema de elote y primavera.
Ensaladas, moles, el platón oaxaqueño, carnes, pechuga, mariscos y tlayudas.
Como menú infantil, que tienen precios de 80 a 90 pesos, ofrecen pechugas empanizadas, Nuggets de pescado, quesadilla frita, tacos de arrachera gratinada y espagueti Alfredo.
Las bebidas también son tradicionales, tienen café lechero, atole, chocolate, café de olla, té, agua de frutas, aguanieve, cervezas, michelada o suero.
Don Juanito también ofrece una amplia variedad de bebidas, como ron, brandy, vodka, tequila, whisky, cremas, mezcal artesanal y coctelería, como margarita, piña colada, mojito, sangría, clericot y medias de seda.
El ambiente es familiar, por lo que muchos comensales reúnen para desayunar, mientras los niños disfrutan de los juegos y los amplios jardines.
Con la apertura de Don Juanito Huayápam, la zona ofrece una nueva oferta gastronómica y consolida los servicios de este grupo gastronómico, ofreciendo la posibilidad de disfrutar de una auténtica experiencia culinaria a los clientes y usuarios habituales.
La historia de Don Juanito, una empresa familiar, inicia con la determinación del matrimonio formado por Juan Loaeza Jiménez y Eva Ramírez de Loaeza, por una necesidad de progreso. “Nunca se imaginaron el éxito del progreso”, cuenta una de sus seis hijas.
Todos sus hijos se incluyen al proyecto que pronto logra la preferencia de los oaxaqueños. “Todo lo que se logró, fue por la disciplina y la constancia de mis papás”.
El secreto, consideran, es el amor a lo que se tiene, el trabajo duro y la pasión a lo que hacen. “Se construye con disciplina y amor”.
El primer puesto se ubicó en la esquina de JP García y Zaragoza, en 1966. Empezó con un carrito de madera y se cocinaba a puro carbón.
“Todos los hermanos (hijos del matrimonio) ayudábamos a sacar el carrito a la calle, en ese entonces vivíamos en una vecindad y por lo agreste de la calle, casi siempre se atoraba, en ese entonces lo veíamos como un juego sin imaginar el esfuerzo que se hacía”.
Se batalló a lo largo de los años para darse a conocer. Los clientes hablaban de unos tacos deliciosos y del pozole, con una receta única; como a los seis años pusieron su primer local en la misma dirección. Actualmente tienen ocho sucursales.
Con una tercera generación al frente, Don Juanito conserva la receta original del pozole y ahora se ha transformado en un proyecto consolidado con un importante trasfondo que consigue acoger y crear una experiencia que no dejará indiferente a ninguno de sus comensales.
Toda la información en: http://www.donjuanito.com.mx/