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Llaman a dignificar la partería tradicional

♦ Yolanda Peach | Leche con tuna

Carmen, partera de San Juan Tepanzacoalco comenzó a sentir los dolores del parto. Daría a luz a su séptimo bebé. La mujer que la auxiliaría no llegaba, por lo que decidió sujetarse de unos rebosos colgados en el techo; en eso entró su hija mayor, de 19 años, quien sin decir nada se hizo cargo de la situación y ayudó a nacer a su hermanita menor.

“No esperaba ese embarazo, tenía 44 años. Mi esposo estaba afligido y en eso llegó mi hija, quien desde pequeña me había acompañado a asistir algunos partos y supo enseguida qué tenía qué hacer”.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

El director general del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, logró reunir a parteras tradicionales de todas las regiones de Oaxaca en Capulálpam de Méndez, al entregar el informe Situación actual de la partería indígena 2021-2022 al secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.

Destacó la importancia de la medicina tradicional que se conserva en los pueblos indígenas, donde incluso en los huertos familiares tienen plantas medicinales para curar enfermedades.

“Durante la pandemia por Covid, la organización comunitaria de los pueblos y comunidades fue muy importante para evitar que los contagios avanzaran y no se tuvieron los estragos lamentables de las grandes ciudades, porque además recurrimos a la medicina tradicional y su herbolaria milenaria para contrarrestar los síntomas”.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

El estudio del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), realizado en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo y Yucatán, destacó que durante la pandemia las parteras jugaron un papel central en el cuidado de las mujeres durante sus embarazos y partos.

Las estadísticas muestran que en todo el país se reportó el 38 por ciento de aumento en la atención de porteras en 2020 respecto al año anterior, “hay parteras que ya habían dejado de trabajar y se tuvieron que reactivar en la pandemia”.

Doña Carmen Ruiz fue partera durante más de 30 años, aprendió de su abuela y de su madre, también dedicadas a dar vida, “nuestra labor va más allá de asistir el parto”, dijo al explicar que son el soporte durante el proceso de la maternidad.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

Una de sus funciones, después del parto, es verificar que la matriz regrese a su lugar, “les entra aire y por eso quedan con pancita, así que hay sobarlas”.

Contó que antes, tras salir la placenta, se amarraba el cordón umbilical y se le ponía sebo calientito, con los años lo cambiaron por líquido aséptico.

“Se les preparaban té de hierbas para que fuera más liviano el parto, té caliente de pitiona o manzanilla. Se les daba a beber atole de masa o de panela, guías con chochoyotes, chilacayota, memelitas, o camote morado con panela para que les bajara la leche”.

Su hija mayor, Gemita, ya le tocó atender otro parto. Doña Carmen la ha animado a que siga con el legado, “se requiere mucho trabajo, mucha fuerza”.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

En el informe presentado se reconoció que la partería tradicional es parte de los sistemas de salud de los pueblos indígenas y un recurso importante para el cuidado de las personas.

Sin embargo, reconocieron que hay un proceso continuo de debilitamiento de la partería vinculado a procesos de deslegitimación de su trabajo, indicaciones de evitar atender y en algunos estados, dificultades o trabajas para el registro de los bebés atendidos por parteras.

Eso se ve reflejado en el porcentaje considerable de parteras registradas en los Servicios de Salud Estatales que han dejado de atender partos.

Leonor Jiménez Zúñiga, partera de San Juan Tepanzacoalco confió que dejó de atender partos por dos razones: la primera porque los médicos las empezaron a intimidar al decirles que podrían tener graves consecuencias si una paciente tenía complicaciones.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

La segunda, porque para poder asistir partos, tienen que rellenar formatos, “no sé escribir así que nos maltrataban por no llenar el formato como querían”.

Al igual que Carmen, dejó de atender partos, ahora solo dan apoyo antes o después de que nació el bebé. “Desde que murió mi esposo y quedé viuda me dedico a mi trapiche y hago panela”.

Carmen ahora se dedica a la siembra de frijolón y maíz, pero admite que ayudar a traer vidas es una labor muy satisfactoria.

Foto: Leche con tuna

Nancy Itandehui Cruz Bautista, representante de los Servicios de Salud de Oaxaca, fue enfática al decir que no hay nada que celebrar en Oaxaca, pues se está perdiendo un conocimiento de una medicina que existe y debe aprovecharse.

Reveló que, de las muertes maternas, sólo el 0.001 por ciento es por parteras tradicionales, las demás, es de partos atendidos por especialistas, “que son los que tienen los recursos del estado”.

Advirtió que se requiere voluntad política para dar el reconocimiento a quienes ejercen, pagos justos y un trato humanitario.

Leila Martínez Hernández, regidora de Equidad de Género de Santiago Lalopa, Villa Alta, trabaja actualmente con la certificación del IMSS.

Foto: Cortesía INPI / Sandra García

La joven funcionaria tuvo a su primogénito hace dos meses. El hospital quedaba a dos horas de distancia y antes de salir de su pueblo, fue atendida por una partera quien le dio a tomar unas plantas medicinales.

No logró llegar al hospital, en una comunidad cercana fue atendida por una parte tradicional. Su hijo nació en menos de 15 minutos. “Es más barato y  la atención es de mejor calidad”.
Su esposo contó que la idea inicial era que su mujer fuera atendida por un médico, “se tenía una opción b en caso de no llegar al hospital, al final, el estar presente en el parto y darme cuenta de esta labor, me hizo ver con otro enfoque tanto a mi mujer como a mi hijo, me hizo valorarlos más”.

Una de las principales quejas de los médicos es que, al ver una complicación, optan por la cesárea.

Doña Leonor platicó varias anécdotas, de ocasiones en que el niño venía de piecitos o con el cordón enredado en el cuello. “Los movemos para acomodarlos, cuando tienen el cortón, tenemos una técnica, para que, en cuando asome la cabeza, desenredarlo, hasta ahora, ninguno de los partos que he atendido ha sufrido alguna complicación, eso que dicen de que ya perdió el líquido nunca me pasó”.

Foto: Leche con tuna

Lamentó que actualmente, las nuevas generaciones, ya no estén interesadas en aprender, aunque gran parte de este problema es por la prohibición del propio sector salud. “A nosotros nos tocó atender a mujeres, a sus hijas y ahora, hasta a sus nietas”.

Tras el encuentro, se realizó un ritual, en el que ofrecieron cacao, maíz, duraznos, mangos, manzanas, pan, miel, mezcal, pulque, una gallina criolla, huevos, yerbas medicinales, velas e incienso para darle gracias a la madre tierra por los favores recibidos.

Hortencia del Monte Jiménez es la cocinera tradicional que preparó la comida para agasajar a los invitados. Chichilo de res, sopa caldosa, arroz, tortillas y agua de chilacayota.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, se llevó la encomienda de dignificar y reconocer el trabajo de partería, que. por muchos años, ha sido quien atiende la salud materna y neonatal con óptimos resultados.

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