La marisquería Los Charales es como una perla preciosa en una ostra gigante en uno de los sitios más emblemáticos de los Valles Centrales de Oaxaca: Santa María El Tule, a sólo 20 minutos de la capital oaxaqueña.
Una joya marina a unos pasos del árbol milenario que ha hecho famosa a la comunidad, el atractivo mundial Árbol del Tule, un majestuoso Ahuehuete con más de dos mil años de existencia.
Llama la atención la hermosa explanada, bellos jardines, el mercado municipal en medio de la plaza y todo alrededor, restaurantes y comedores para degustar la tradicional comida oaxaqueña y antojitos regionales.
Casi frente al mercado está la calle Centenario, a pocos pasos, en el número 39 está Los Charales. Un restaurante amplio, familiar, que además de servir exquisita comida y dar un excelente servicio, tienen un ambiente y decoración marina, un espacio amplio con un techo de dos aguas de palma.
Un restaurante relativamente nuevo. Cumple ocho años. Un negocio de familia, donde todos los miembros están involucrados, ya sea en la cocina o en la atención al público. Su carta es muy amplia.
En lo que respecta a la comida tienen los que no pueden faltar: cocteles de camarón, pulpo, ostión, ceviche, caracol, el campechano o vuelve a la vida; también puedes pedirlo en tostadas o costalitos.
Los filetes los preparan empanizados, al ajillo, a la plancha, a la mantequilla, a la diabla, a la barbacoa o a la mostaza, también puedes pedir mojarra.
Tienen ensaladas de camarón, pulpo, atún, mariscos y caracol, así como ceviches, ya sea de pescado o de camarón.
Langosta, sólo en temporada, te lo preparan al gusto.
Si te gusta empezar bien, puedes pedir un caldo, ya sea la sopa de mariscos, mojarra, huachinango, camarón o caldo de mejillones.
Tienen varias formas de preparar los mariscos, por ejemplo, los camarones los puedes pedir al mojo de ajo, enchipotlados, al ajillo, a la diabla, a la mantequilla, empanizados, a la plancha, rancheros, a la crema, a la plancha con salsa de guacamole, al coco, momia o para pelar. El pulpo por igual, ahí también los puedes pedir rancheros.
Uno de sus platillos estrella es el molcajete relleno de mariscos, te lo preparan a lo macho o agridulce ¡Una exquisitez muy oaxaqueña!
Entre las bondades de esta marisquería, es que te atienden muy rápido y no te hacen esperar. Apenas se desocupa una mesa la sanitizan por completo, al igual que las sillas.
Nosotros nos decidimos por dos de sus especialidades. Escogimos el aguachile, que es servido en molcajete y ¡uff! Aparte de delicioso y bien picosito, te sirven bastante, ya con eso tienes.
Probamos también el aguacate relleno de camarón, y sí, son dos aguacates rellenos, una verdadera delicia; también lo puedes pedir con pulpo o mariscos La verdad es que cuando vi el plato creí que no podría acabármelo, y si lo hice, fue por gula, estaba riquísimo, pero sí, es un plato bastante basto, más que antes te pasan, de cortesía, un caldito bien rico.
Entre sus especialidades tienen una piña especial, ya sea rellena de mariscos, camarón o pulpo.
Tienen la cazuela rellena de mariscos, las brochetas de camarón, una mariscada, alambres de mariscos o shots de ostión.
Anclas de rana, ese platillo que no en cualquier marisquería ofrecen, acá lo preparan al mojo de ajo, enchipotlado, al ajillo, a la diabla, a la mantequilla, empanizada o a la plancha.
En cuando a bebidas puedes pedir agua de horchata, Jamaica o pepino, una limonada o naranjada, tienen refrescos y cervezas Corona, Modelo y Victoria. Sueros o micheladas, tienen un especial con camarones u ostiones.
Whisky, vodka, ron, anis, tequila o mezcal. Coctelería, los que no pueden faltar: una sangría, piñada, margarita, paloma, piedra, Tom Collins, laguna azul, vodka tonic, pantera rosa, ruso negro o blanco, vampiro, desarmador o clamato.
Nosotros probamos un especial, el mezcacheve, es cerveza con mezcal. Tienen tres sabores, tamarindo, mango y sandía. ¡Nos sorprendió! Sabe muy bien, fresco e intenso.
Si llevas a tus niños tienen un menú especial, ya sea tiras de pescado o camarones al gusto con papas a la francesa o arroz.
Y, para terminar, que la verdad sería porque tienes buen estómago, como postre tienen plátanos fritos o flameados, duraznos o flan napolitano.
Platicamos con Juan Carlos, uno de los miembros de la familia quien está al frente de la cocina. Nos contó que, por ahora, ante la pandemia, sólo les permiten operar con 40 sillas, ya que el lugar está diseñado para 100.
Su sazón es exquisita y los precios accesibles, “una de las experiencias que más me sorprendió, es que una vez, uno de los clientes, pidió que me entregaran una propia ¡Mil pesos! Una muestra bastante generosa de decirme lo mucho que le gustó lo que preparé”.
Están innovando, no sólo les interesa la seguridad de sus clientes, sino seguirlos sorprendiendo, por eso preparan ampliar su menú.
Los mariscos los traen, alguna parte, del Estado de México, Chiapas y a mayor parte de Sinaloa. Los otros insumos son de mercado tradicional.
Abren todos los días, de 11:30 a 19:00 horas. Es un restaurante libre de humo.
Si quieres comer delicioso y lo tuyo son los mariscos, tienes que ir a Los Charales, en el Tule. Se volverá tu marisquería predilecta.