Hablar del Barrio de Xochimilco, nos remonta a la antigua ciudad de Oaxaca. Es como cruzar la dimensión del tiempo. Han logrado conservar, casi intacto, el esplendor de sus calles, tradiciones y sus artes.
El barrio, tal vez el más pintoresco de la ciudad, se fundó en el año de 1486. «Campo de flores», es el significado en la lengua náhuatl.
Un estilo Colonial, que han logrado preservar hasta nuestros días, gira alrededor del templo consagrado a la imagen del Santo Tomás Apóstol, construido en los siglos XVI y XVII.
Los talleres artesanales eran el distintivo. Más del 90 por ciento de los vecinos eran maestros en el arte popular. Tejedores y hojalateros, en su mayoría.
Actualmente, son contados los artesanos que mantienen vivo el oficio; sin embargo, no dejan de luchar para conservar su esencia.
Hace un mes, en el marco de las fiestas de la Guelaguetza, realizaron una expoferia artesanal, que se vivió del 22 al 29 de julio a un costado del templo de Xochimilco.
La feria sirvió para que los asistentes, conocieran, de primera mano, el trabajo realizado por los maestros artesanos, al tiempo que impartierontalleres de madera, textil, hoja de lata y gastronomía.
Un barrio en el que se respira paz, con un contraste de colores que lo hacen único y sin duda, un lugar que debes visitar.