♦ Yolanda Peach | Leche con tuna
Un restaurante que, además de ofrecer exquisitos cortes argentinos, cuenta también una historia de amistad, sueños compartidos y la pasión por la gastronomía. Campestre, desde su apertura en junio de 2022, ha logrado enamorar a sus comensales con una experiencia que los transporta a la esencia misma de la pampa argentina.
Federico y Hernán, los fundadores, han sido amigos desde los 14 años. Su vínculo nació en Córdoba, Argentina, donde se conocieron como contrincantes en un deporte que practicaban.
“Somos dos socios, Hernán y yo, Federico. Nos conocemos desde los 14 años, éramos contrincantes en un deporte que practicábamos. Hernán se vino para México, y años después, me vine yo. Nos reencontramos en Tulum y luego nos trasladamos a Puerto Escondido. Al ver que ambos teníamos una trayectoria en gastronomía y éramos padres, decidimos emprender juntos”, nos cuenta Federico, al evocar la complicidad y los sueños que los unieron en esta travesía.
Campestre comenzó de manera humilde, en un pequeño puesto con un fogonero que se convirtió en su sello distintivo. “Lo abrimos en junio de 2022 en un puestito que era bastante simple y reducido, con nuestro emblemático fogonero, que fue lo que nos caracterizó siempre, la forma de cocinar la carne y los alimentos en este pedazo de metal rudo, lleno de leña y fuego”, recuerda Federico. Este fogonero no solo cocinaba alimentos, también alimentaba sus sueños y aspiraciones.
El destino los llevó a mudarse a un local propio en Punta Zicatela, donde Campestre floreció y creció. “Gracias a un suceso que nos ocurrió el año pasado, nos mudamos a un lugar propio en Punta Zicatela, no compartido como el anterior. Hoy en día somos cinco personas que operamos el restaurante y llegamos a atender a 70 personas por día”, resalta Federico, al destacar el esfuerzo y dedicación que han puesto para lograr este crecimiento.
El menú de Campestre te lleva a los sabores de Argentina, entradas como empanadas de carne, que lleva con carne de res, pasa de uvas, huevo, cebollín y paprica.
Empanadas de betabel, papa rosti, chorizo argentino, morcilla vasca y provoleta asada.
Los platos principales incluyen cortes premium como rib eye con papas al plomo, picaña asada, new york, matambre a la pizza y milanesa napolitana. Para aquellos que buscan opciones veganas o del mar, ofrecen coliflor asado, polenta napolitana y pesca del día con cítricos y puré de camote asado.
Los sándwiches también son una delicia: el Campestre lleva picaña, cebolla y morrones asados, hojas verdes y mayo; el Paparulo incluye entraña, huevo, costra de queso, hojas verdes y mayo de ajo; el Fungi, con hongos al ajo salteados, berenjena asada y queso gratinado; y el tradicional Choripán con chorizo asado, tomate y mayo campestre.
Y para el toque final, los postres como los panqueques campestre rellenos de dulce de leche y banana flambeada, y la fruta de estación flambeada al mezcal con nuez y helado de vainilla, son una auténtica tentación.
“Todos los productos que utilizamos son de alta calidad, adquiridos en Puerto. Uno de nuestros proyectos es traer carne de otros estados y agrandar el espacio para incluir una terraza. Queremos avanzar siempre y no estancarnos en lo que existe hoy en día”.
Ubicado en la calle Guerrero esquina con Héroes Oaxaqueños, abre sus puertas de lunes a lunes, de 18:00 a 00:00 horas. Este restaurante es una experiencia que refleja el espíritu de la pampa argentina, una complicidad que te invita a ser parte de su historia.
Cada visita a Campestre es una celebración de la vida, la amistad y la buena comida, cocinada a la leña con amor y dedicación. Una oportunidad para dejarte llevar por el sabor y la calidez de Argentina en cada bocado.
